La inteligencia artificial ha generado una demanda masiva de electricidad para su uso, tanto que las empresas de tecnología recurren a la energía nuclear como una posible alternativa.
Desde el año 2000, con los avances tecnológicos y el creciente uso de la inteligencia artificial, los titanes tecnológicos no se están dando abasto con la electricidad y requieren más energía para continuar sus operaciones.
Aproximadamente un tercio de las centrales nucleares, en Estados Unidos, está en conversación para firmar acuerdos con empresas del sector tecnológico que operan grandes centros de datos.
De acuerdo con un estudio de Synergy Research Group, existen unos 1,000 centros de datos de gran tamaño en todo el mundo, la mitad de ellos en Estados Unidos, que consumen entre 500 megavatios y 1 gigavatio de electricidad cada uno.
Los expertos estiman que los centros de datos actuales consumen 460 teravatios-hora (TWh) de electricidad al año, la misma cantidad que consume toda Alemania. Por lo que en 2030, los centros de datos de Estados Unidos consumirían la energía de 40 millones de casas.
Desafíos ambientales
La demanda energética también está afectando los objetivos medioambientales.
Tal es el caso de Google que tenía como objetivo controlar sus emisiones de carbono a cero para el año 2030 y tan solo en 2023, su huella de carbono se disparó casi un 50% en comparación con las cifras de 2019, según su Informe ambiental 2024.
El aumento en las emisiones se debió a que la empresa necesitaba un montón de energía para hacer funcionar sus centros de datos y toda la logística, para impulsar sus proyectos de inteligencia artificial.
Y no solo esta empresa, sino que otras como Amazon y Microsoft también tienen previsto instalar más centros de datos en los próximos cinco años, que sin duda consumirán y requerirán más energía.
Para Google, el aumento en las emisiones va en contra de sus metas medioambientales, por lo que afirmó que se apoyará en la eliminación de carbono para compensar estas ganancias. Sin embargo, esto ha causado controversia.
¿Sabías que solo una consulta en ChatGPT contribuye más a la huella de carbono que varias búsquedas en Google?
De acuerdo con un estudio de Goldman Sachs, se estima que hacer una consulta en ChatGPT requiere casi 10 veces más electricidad que las búsquedas comunes en Google.
Y es que las integraciones de inteligencia artificial hicieron que los centros de datos necesitaran un 160% más de energía.
Ahora imagina que cada interacción que tienes con la tecnología al día, necesita ser almacenada y procesada en centros de datos.
