Algunos especialistas dicen que no existe un tipo de inversión mejor que otro, pero lo que es verdad es que sí hay algunos que se adaptan mejor que los demás a tu vida financiera. Para que hagas de tu inversión la mejor experiencia de tu año, te damos una guía de la que no te puedes saltar ningún paso.
1. El mejor punto de partida es organizar tus finanzas porque de esa manera tendrás claro la cantidad que puedes destinar a tus inversiones. También te ayudará a descubrir el tiempo y la fecha en que podrás hacer uso de lo que ganaste.
Pero si todavía no logras el control de tus finanzas, lo primero es hacer un presupuesto de todos tus gastos que consideres necesarios, porque lo que resulte de este ejercicio es lo que usarás si el dinero se volviera muy escaso, es decir, lo mínimo que necesitas para vivir.
2. El siguiente paso que recomiendan los expertos es poner en la mira tus deudas y evaluar cuál es la situación, para que mes con mes destines una parte de tus ingresos para eliminarlas.
3. La gran pregunta que sigue es dónde invertir y para eso la Condusef da varias opciones. Una de ellas son los fondos, que te permiten beneficiarte del ahorro en instrumentos bursátiles. En este punto ya debes conocer tu perfil de inversionista, que según la clasificación más simple es: conservador, moderado o agresivo.
Otro aspecto que debes considerar es que diversifiques la inversión en este orden: fondos de inversión en instrumentos de deuda, fondos de inversión de renta variable y compra de acciones directamente.
4. Buscar asesoría es un paso fundamental para saber cómo va caminando tu inversión porque si no son los resultados esperados tal vez te convenga ver los cambios que necesitas hacer para dar el giro necesario en tu camino.
5. Tu asesor debe dar respuesta clara a tus dudas y ayudarte a invertir tomando en cuenta tu nivel de tolerancia al riesgo, el plazo de inversión, tus metas financieras, y situación financiera actual. Esta mega guía para invertir te animará a dar ese salto que quieres dar en tus finanzas personales, ¡sólo tienes que empezar!.
Fuente: Condusef, Piggo blog, Finanzas Sanas
