Tu sueldo puede crecer sin pedir un aumento en tu trabajo. En este espacio te decimos cómo hacerlo.
Si eres un “Godínez” (homo asalariadus que habita en una oficina y se alimenta de comida en tuppers), vives esperando la llegada de un glorioso momento que ocurre generalmente cada quincena o mes: el pago de tu nómina.
Pero, ¿qué sucede cuando por fin te cae esa lanita por la que trabajaste de sol a sol? Aunque te esfuerces en ahorrar parte de tu sueldo en tu cuenta de nómina, en una de ahorros o hasta debajo del colchón, aparece un villano en la historia que es la inflación, esa que no sabes lo que significa pero que hace que tu dinero pierda valor día con día.
Para que eso no suceda, ofrecemos unos tips. Para empezar, los expertos recomiendan invertir entre el 10 por ciento y el 30 por ciento de tu sueldo, lo cual va a depender de tus objetivos y de tu capacidad de ahorro.
Es importante que lo inviertas en productos financieros que pueden generar rendimientos, para eso te conviene acercarte con un asesor financiero en una casa de bolsa, quien te explicará la forma de elegir el instrumento de inversión en la Bolsa Mexicana de Valores, que te pueda hacer ganar más de lo jamás obtendrías al dejar el dinero estancado.
La pregunta es ¿dónde invertir tu nómina? Lo más probable es que tengas tu nómina en una cuenta de banco que te deja cero ganancias; sin embargo, hay excelentes opciones de inversión, y puedes encontrarlas desde montos que nunca imaginaste.
Hay tres formas de ahorrar cuando te pagan. Una de ellas es pedir a tu empresa el pago de tu nómina directamente en tu cuenta de inversión y esperar rendimientos casi desde que te pagan.
Pero si sabes que el ahorro no es tu fuerte, lo mejor es que hables con tu banco para domiciliar la transferencia de la parte de tu nómina cada quincena o mes, así no caerás en la tentación de gastarla. Pero si prefieres puedes realizar una transferencia electrónica de tu banco a tu cuenta de inversión cada fecha de pago.