Todos sabemos que los bancos ya no son lo que eran antes, y tal vez muy pronto tu asesor financiero tampoco, porque viene una generación de chat bots que responderá a todas tus preguntas sobre tu futuro financiero.
La gente va cada vez menos a una sucursal; según la más reciente encuesta de inclusión financiera, se redujo el porcentaje de mexicanos que usaron una oficina bancaria al pasar de 40.5 % a 39.5 %.
En los últimos años, el acceso a los servicios bancarios ha pasado de las visitas a la sucursal y llamadas telefónicas al acceso vía internet y móvil. La banca móvil hace que todos ganen; por un lado el cliente por la velocidad y practicidad, por otro el banco por menores costos, aunque invierten para contar con las mejores apps.
El año pasado, las aplicaciones de Capital One y Wells Fargo lanzaron bots para chats con base en texto. Luego Bank of America irá más allá con un bot conversacional. Por su parte, Amazon ya permite chatear con Alexa, Apple con Siri y Bank of America ofrecerá a Erika. ¿Cuánto he gastado este mes en salidas a divertirme? Y Erika dará una respuesta clara y detallada de los gastos o excesos.
Erika está diseñada para sonar al oído como una conversación real, casi humana, pero a diferencia de las personas que atienden en una sucursal, Erika nunca dejará el empleo para irse a otro banco ni se reportará enferma. La app está programada para aprender tan rápido que antes de lo que imaginamos se podrías tener una interacción con ella como si fuera humano.
Si bien esta generación inicial de chat bots responderán a instituciones, muy pronto ofrecerán asesoría. Te imaginas ya no tener que buscar una cita con un asesor para planear tu futuro financiero, porque sólo le preguntarás a Erika: ¿Podré pagar mi casa?, ¿Cuándo debo empezar a ahorrar para mi jubilación?
Aunque los líderes de esa inteligencia artificial no son los bancos, sino los gigantes tecnológicos, como Google, no hay que perder de vista que la empresa de Silicon Valley nos sirve para buscar cualquier cosa en internet, por ejemplo si queremos llegar a una dirección o para traducir cualquier idioma.
Por eso ofrecer un equivalente a lo que es hoy Google en términos financieros no sería un logro imposible. Pero si esto llega a ser una realidad, no nos preguntaremos qué pasó con los bancos pequeños, sino qué ocurrió con los grandes.
Fuente: CNBV, Loomis Sayles
