En mayo de este año, Anthony Klotz, profesor asociado de gerencia en la Escuela de Negocios Mays de la Texas A&M University, lanzó una consigna que para muchos fue, por decir lo menos, absurda.
«La gran renuncia se acerca”.
El académico aseguró en una entrevista para Bloomberg que cuando hay incertidumbre, la gente tiende a quedarse quieta, por lo que hay renuncias reprimidas que no sucedieron durante el año pasado.
La incertidumbre, obviamente, fue la llegada de esta pandemia mundial que trastocó la vida de todos los habitantes de este planeta.
Pero con la llegada de las vacunas y la -aunque lenta, existente- reactivación de la vida, muchas personas decidieron dar el paso que habían dejado pendiente y abandonar sus empleos.
Esto, a pesar de que, en Estados Unidos, más de 9.3 millones de personas están desempleadas.
Aun así, casi cuatro millones de trabajadores renunciaron a sus puestos en abril.
El reacomodo del mercado laboral que predijo Klotz ha hecho que la ola de renuncias sea la más alta desde el 2000.
Pero las razones para esta “gran renuncia” no solo es que muchos trabajadores retomaron sus intenciones de dejar su empleo, para el académico, hay otros tres factores que fueron determinantes.
Uno de ellos es el agotamiento laboral.
«Sabemos gracias a numerosas investigaciones que cuando la gente se siente agotada en el trabajo tiene más probabilidad de renunciar”, refirió Klotz en una entrevista citada por la BBC.
Aclaró que mucha gente que comenzó a trabajar desde casa, fue superada por el hecho de tener que lograr un equilibrio entre su familia y su empleo.
Fuente: VectorAnálisis
