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Calaveritas Financieras

Staff e-Vector
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El Día de Muertos se festeja en todo México y una forma de expresión son las calaveritas literarias, donde se resaltan los defectos y características de las personas o situaciones, por lo que las finanzas no están libres de este ingenio popular.

La Catrina viene este año, 2 de noviembre, en busca todo lo que acecha el bolsillo hasta dejarlo en los huesos.

Las finanzas no están fuera de esta tradicional celebración y estos son algunos tips que nos deja la “flaca” para que tus finanzas personales no se asusten.

Para tener claro qué es una calaverita para el Día de Muertos, te compartimos que se trata de un verso que es escrito con humor, divertido, satírico, y a veces crítico, a modo de epitafio que hace referencia a alguna cualidad o defecto de personas, personajes, situaciones, eventos, etc.

¡Te compartimos una selección de 10 calaveritas financieras! Aprende más de dinero y diviértete con la Catrina.

1.​ ​Hoy debes proteger tu dinero, si no del diablo serás prisionero y tendrás plazo a pagar en enero.

2.​ ​La Catrina te hará un cuestionario si quieres un crédito hipotecario, aceptarlo te hará un temerario con servicio gratuito funerario.

3.​ ​Si tu bolsillo quieres cuidar. Deja ya de malgastar, y ponte a ahorrar.

4.​ ​Visitas tendrás y con un tequila festejarás. Más pronto verá que sin lana te quedarás. Tu veladora encenderás y a rezar te pondrás, tu balance no cuadra y de tus cosas te despojarán.

5.​ ​La Calaca satisfecha se irá, y con las deudas te dejará, el financiero ya no te ayudará y en el sepulcro quedarás.

6.​ ​La familia gastaba en sus gustos, mientras Día de Muertos festejaban, no se percataron que de lejos, el Buró de Crédito los apuntaba.

Se acercó la catrina del endeudamiento, y los engañó con precios a descuento, pero luego para poder pagar los papás tuvieron que empeñar.

Ni modo, dijo burlona la mentirosa endeudadora, con las tarjetas sobregiradas, las calacas están emocionadas. De la muerte nos burlamos pero la deuda la pagamos, a la
hora de la hora toditos nos preocupamos. En los panteones andamos algunos sin estar asegurados, sin dejar para comida, ni flores, ni gastos funerarios.

Los mexicanos cuidamos nuestras tradiciones, pero no ahorramos, no nos aseguramos. Y como la Condusef se puso viva, de la Semana Nacional de Educación Financiera nos enteramos, nos inscribimos a talleres y de la muerte nos burlamos.

Entre más enterados y educados, menos nos sobregiramos y mejor nos aseguramos. Ni las lluvias, ni los sismos, ni los imprevistos nos asustan, porque ahora los mexicanos nos unimos, nos apoyamos y nos preparamos. Pobre de la calaca endeudadora, si nos lleva ya dejamos para la ofrenda, y a nuestros seres queridos sin deudas.

Pobre de la muerte, pues ya nos preparamos, ahora si que ahorramos, no nos endeudamos, sí nos aseguramos y el camino al panteón andamos. Y ya tranquilo y sin deuda, a las tarjetas las controlamos.

7.​ ​Sin ahorros y con todos los huesos endeudados. Triste y sola vagaba la pobre calaca por los cementerios. Harta ya de tanta angustia y cobradores emponzoñados, decidió cambiar de golpe sus hábitos desordenados, estableció como metas nueva hoz y vacaciones, propiedades en el cielo y cementerio, y hasta un condominio en el averno.

8.​ ​Para cada una de sus metas, creó una lista de acciones, de las compras impulsivas huyó despavorida, dijo no a falsas ofertas y se alejó de las marcas, y para cada nueva alma, que tomó desprevenida, una parte de las ganancias dejó bien invertida.

Priorizó gastos y elaboró un presupuesto, costó trabajo al principio y deseó darlo por muerto, pero con práctica y la ayuda de otras ánimas, logró un balance perfecto.

9.​ ​A banqueros y promotores que por su dinero engañosos e irreales rendimientos prometían, muy pronoto metió a su saco y los mandó directo al infierno, lo mismo hizo con quienes pirámides y tandas vendían.

10.​ ​Con Hacienda se puso en paz, y hasta a un notario visitó y testamento elaboró, evitando así que sus deudos con lamentos e insultos, de su eterno descanso perturbaran su paz. Contenta viaja ya la flaca, en su carroza fúnebre muy bien asegurada, no sea que después de una fiesta de muertos y con tanta parranda, vayan ésta o su persona resultar dañadas, la ordenada muerte aporta, cada mes de forma diligente, una cantidad fija a su cuenta de retiro, pues esta calaca con colgar la hoz algún día, y pasear y disfrutar en la muerte de una vida inteligente.

No quisimos dejar pasar la oportunidad de mezclar la tradición del Día de Muertos con las finanzas personales.

¿Te gustan las calaveritas? ¡Compártenos la tuya!

Fuente: Condusef, Dinero en Imagen, Revista Condusef

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