Este jueves, Amazon y Alphabet, la compañía madre de Google, presentaron sus
cuentas trimestrales y el mercado respondió de manera curiosa.
Pese a que la compañía nacida en Seattle obtuvo entre enero y junio beneficios de
6,186 millones de dólares, lo cual representa 48.6% más que los 4,163 millones de
dólares ganados en el mismo lapso del año anterior, su desempeño en el mercado
no cumplió con las expectativas.
En tanto, Alphabet dijo haber obtenido un beneficio de 16,604 millones de dólares
en dicho periodo, lo que supone un incremento del 31.82% respecto al mismo
periodo del año previo.
Y aunque, a primera vista, los resultados parecen buenos para ambos gigantes,
existen varias razones detrás de su respectivo desempeño en el mercado. Y es
que mientras Alphabet registró un alza del 7% tras el cierre de mercado, Amazon
cerró con caídas del 1.7% en el after hours.
De Amazon, lo que no convence son los costes y el rendimiento de beneficio por
acción (BPA, por sus siglas en inglés). Incluso el mismo consejero financiero de la
empresa, Brian Olsavsky, reconoció que extender el Prime Day un día más e
intentar acelerar la entrega de paquetes ha resultado en un castigo en los costes,
reportó Forbes.
En cuanto al BPA, los analistas esperaban 5.56 dólares, cuando al final se quedó
en los 5.22 dólares.
Alphabet, por su parte, superó las expectativas. En total, la firma de Mountain
View facturó 38,944 millones de dólares y superó las previsiones de los analistas,
que se ubicaban en los 38,100 millones. La mejora en los ingresos fue del 19%.
Pero quizás la razón principal por la que los mercados respondieron tan
favorablemente con Google, fue debido al beneficio neto, que alcanzó los casi
16,000 millones de dólares, incluso luego de enfrentarse a una multa de 1,500
millones de la Comisión Europea. Estos beneficios netos representan un 36% más
que el periodo anterior.
A eso se suma el incremento en el BPA. Mientras que los expertos esperaban
11.10 dólares por acción, finalmente fue de 14.21 dólares.
Ni qué decir de la diversificación de Alphabet. Y es que, más allá de su tradicional
negocio de publicidad digital, la empresa ha emprendido aventuras exitosas en el
terreno de la computación en la nube y en vehículos autónomos.
Además, se ha adoptado favorablemente a las nuevas regulaciones de privacidad impuestas por la Comisión Europea.