Para los inversionistas, este 2019 resultó bastante mejor de lo esperado. Las guerras comerciales y los conflictos geopolíticos parecían orillarnos hacia una recesión mundial. Pero al final, el balance de los mercados fue positivo.
Ahora, como bien enseña el viejo dicho, las rentabilidades pasadas no son sinónimo de ganancias futuras. Por eso, el inicio de un nuevo año nos obliga a replantearnos estrategias de inversión.
¿Qué puede suceder en los mercados este 2020? Para empezar, el clima económico es un poco más favorable que a inicios del año pasado. Sin embargo, expertos consultados por el diario español El País señalan que los baches podrían presentarse.
Por tal razón, a continuación detallamos las previsiones de los expertos para cada clase de activo.
1) Renta variable
Las acciones siguen siendo el mejor activo en cuanto a rentabilidad y el riesgo, principalmente si se compara con su gran competidor: la deuda. Pero, tras las considerables alzas de los índices en 2019, tendrías que ser más selectivo, dado que hay ciertos valores que empiezan a cotizar a múltiplos exigentes.
La clave para que las Bolsas puedan seguir subiendo a mediano plazo está en los beneficios empresariales. Pero ojo, aunque Wall Street cierra el año en máximos históricos, se pronostica una desaceleración económica moderada en Estados Unidos.
En este contexto, y sin alejarse completamente de la exposición a la renta variable estadounidense, los expertos auguran un buen 2020 para los mercados en países emergentes. Otro mercado con probables alzas podría ser el europeo.
2) Renta fija
La renta fija, el activo conservador, sigue muy condicionada por las políticas de los bancos centrales.
En 2019 los planes tanto del Banco Central Europeo como de la Reserva Federal apuntaba a una normalización del precio del dinero y una reducción de los estímulos, pero esta estrategia se congeló ante la desaceleración económica y las incertidumbres geopolíticas.
En 2020, los expertos de Bankinter citados por el diario español señalan que “ hay que ser selectivos y gestionar la duración” e indican que la valoración de la deuda pública de los bonos de mayor solvencia como el alemán tiene un “limitado riesgo de caída”.
Mientras tanto, sostienen que las emisiones de países como España, Irlanda y Portugal se vuelven más atractivos dado que sus tasas de crecimiento económico son mayores a la media de la Unión Europea “y las primas de riesgo se mantienen estables”.
3) Activos alternativos
En un entorno con poca certidumbre, la búsqueda de rentabilidad en activos poco ligados con las fluctuaciones de la economía internacional se vuelven cada vez más importancia. Eso sí, son planes que implican un riesgo mayor, ya que se trata de activos en su mayoría no cotizados y que requieren mayor iliquidez.
Por eso, conviene destinar solo una pequeña parte de la cartera a este rubro, que incluye desde infraestructura, productos inmobiliarios, hasta capital riesgo, pasando por acciones o bonos no cotizados.
De suma importancia en esta clase de activos, enfatizan los expertos citados por El País, es invertir bajo la asesoría de gestor profesional “o con un vehículo de inversión colectiva”.
“Las inversiones en mercados no bursátiles pueden tener un papel importante en las estrategias”, comentan expertos de UBS Asset Management, quienes puntualizan que los inversionistas que no requieran acceso inmediato a una parte de su patrimonio podrían beneficiarse de rentabilidades superiores a largo plazo “debido a las primas que se pagan por la iliquidez y al acceso de oportunidades de nicho”.
Asimismo, Banca March indica que esta nueva década experimentará grandes -y constantes- cambios, por lo que los inversionistas tendrán que aprovechar las oportunidades que puedan ofrecer nuevas tendencias como la tecnología y la energía verde”.