El 2019 fue un buen año para los fideicomisos de bienes raíces. Al cierre del tercer trimestre, el índice de Fibras de la Bolsa Mexicana de Valores acumulaba un rendimiento YTD (Year To Date, o Año Hasta la Fecha) de 32.71%. En comparación, las ganancias de capital del mercado accionario nacional lucen moderadas e incluso insuficientes para compensar a los inversionistas por asumir
el riesgo de una narrativa de mercados emergentes que permanece incierta.
Los altos rendimientos han prevalecido pese a que algunas de las voces más influyentes de la industria financiera han sido extremadamente críticas con el modelo de las Fibras en México. Sam Zell, el legendario inversionista de Wall Street que preside Equity Group Investments, fue tajante: el gobierno corporativo de estos instrumentos es pobre, proclive al conflicto de interés y pone en desventaja al inversionista externo. Sorpresivamente, las críticas fueron vertidas durante una conferencia organizada por empresarios dedicados a la administración de Fibras.
Las palabras de Zell, sin embargo, no han frenado el interés del público inversionista en los fideicomisos de bienes raíces. En octubre, Fibra Mty, por ejemplo, anunció la colocación de 3,500 millones de pesos. El consenso de analistas refiere que esto se explica en gran medida gracias al entorno de una política monetaria con sesgo expansivo. La reducción de la tasa de interés de referencia vuelve más atractivo el rendimiento de las Fibras.
En la Bolsa Mexicana de Valores están registrados 15 fideicomisos de bienes raíces, vehículos de inversión que generan rendimientos a partir de los flujos de arrendamiento de las propiedades inmobiliarias. Destacan Fibra Danhos, Prologis, Fibra Inn, Fibra Hotel, Fibra Mty y Fibra UNO.