Los derivados existen para evitar los riesgos, ante la necesidad de proteger el dinero en momentos de altibajos en el precio de los activos financieros (dólar, euro, bonos, índices, tasas de interés, etc).
Hace 10 años, la palabra derivados se asociaba con la crisis que enfrentaron algunas empresas en la bolsa mexicana de valores como por ejemplo, la desaparecida Controladora Comercial Mexicana (Comerci), ahora esta herramienta se usa como una forma para proteger el dinero.
En e-Vector está a tu alcance una propuesta de derivados que su director, José Ignacio Torres H Mantecón, explica con peras y manzanas, para que entiendas estos instrumentos y decidas si son ideales para tus necesidades como inversionista.
Lo primero que debes conocer de los derivados, es que son uno de los instrumentos financieros que te permiten fijar una fecha de entrega y un precio que depende del precio actual del activo y de la tasa de interés que está vigente.
Si contratas derivados das como un anticipo de la cantidad que quieres comprar a un precio que se te va a respetar, sin importar cuanto suba el dólar, pero si baja también hay que asumir todas las implicaciones.
Otra ventaja es que puedes invertir, a través de un vehículo conocido como notas estructuradas, el cual ya comentamos en este blog en otra ocasión.
Recuerda que las notas estructuradas son instrumentos financieros seguros y una alternativa que te permite dar un impulso para tener un rendimiento adicional en tu portafolio.
En la bolsa de valores de México hay un mercado de derivados que se conoce como MexDer, que de acuerdo a su definición te da la posibilidad de planear, cubrir y administrar los riesgos financieros, así como optimizar el rendimiento de los portafolios.
Según su clasificación hay tres tipos de derivados:
1. Los futuros.
Como ya comentamos al iniciar, se fija una fecha de entrega y un precio que depende del precio actual del activo y de la tasa de interés del mercado. Chicago es el mercado de futuros representativo de las divisas.
2. Las opciones.
El comprador paga una prima y adquiere el derecho, pero la no la obligación de comprar o vender un activo a un precio pactado en una fecha futura. El vendedor está obligado a cumplir el compromiso del contrato.
3. Los Swaps
Además, están los populares swaps, que por definición es una permuta o intercambio financiero, por ejemplo cambiar una tasa fija por una variable, o posiciones en diferentes vencimientos o monedas.
Como puedes darte cuenta, hay muchas formas de usar los derivados, pero la principal y para lo que fueron creados es para cobertura, lo que te ayuda a controlar lo que no está en tus manos, por ejemplo la paridad peso dólar.
Ahora que ya conoces cómo funcionan los derivados puedes tomar mejores decisiones para manejar el dinero a favor de tus metas financieras.
¿Cuál se adapta a tus necesidades?
Fuente: Finamex, Banco Base, Vector, El Financiero.
