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Claudia Goldin, la pionera de la brecha de género que ganó el Nobel de Economía

Staff e-Vector
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La economista estadounidense fue de las primeras en estudiar el impacto de la mujer en el mercado laboral y las razones detrás de la desigualdad salarial con los hombres

Después de muchos años de estar entre los favoritos a recibir el Premio Nobel de Economía, la Academia sueca de las Ciencias por fin reconoció el trabajo de Claudia Goldin.

La decisión no puede llegar en un mejor momento. Su trabajo fue uno de los primeros en estudiar el impacto que tiene la mujer en el mercado laboral y el Producto Interno Bruto de una economía, un tema que hoy en día es de los más discutidos en el mundo.

Para entender un poco más sobre el trabajo de la Nobel, te dejamos esta pequeña guía sobre los puntos más destacados.

La mujer en el mercado laboral

El estudio acerca de la brecha de género se remonta a la época posterior de la Segunda Guerra Mundial cuando la mujer comenzó a incorporarse poco a poco en el mercado laboral.

Goldin demostró que entre 1930 y 1970 aumentó de manera constante el porcentaje de mujeres en la población activa remunerada. Entre los principales motivos de esto se encuentra que el trabajo manual comenzó a ser reemplazado por el trabajo administrativo de oficina, un lugar que otorga más flexibilidades para que las mujeres puedan laborar en una sociedad que les sigue exigiendo encargarse también de las tareas domésticas.

En ese sentido, el invento de electrodomésticos como los refrigeradores y lavadoras también jugaron un papel importante ya que dieron más tiempo libre a las mujeres.

La revolución de la píldora

A pesar de los cambios de la época, las mujeres siguieron enfrentando un alto nivel de discriminación.  Además, no se confiaba en ellas porque podían abandonar su vida laboral en el momento que tuvieran hijos o de que su esposo empezara a ganar más dinero.

Otro de los factores detrás de la brecha de género es que en esta época se comenzó a premiar más las horas de trabajo y no tanto los resultados, por lo que los hombres llevan más ventaja al poder pasar más tiempo en la oficina sin tener que preocuparse por la familia.

“El presentismo del hombre ha empeorado la brecha salarial con la mujer. Desde los ochenta, durante más de 30 años, las mujeres no lo han hecho mal gracias a la mejora de su educación, Se les consideraba como empleados de segunda que trabajaban sólo para complementar los ingresos del hogar.en la que incluso superan al sexo masculino. Sin embargo, ha aumentado el número de hombres que echan más horas, que están todo el tiempo disponibles para la empresa. Y eso ha provocado que se haya quedado estancada la brecha y no se aprecie una mejora”, dijo en una entrevista para El País antes de ganar el Nobel.

En este contexto es que la píldora anticonceptiva se convirtió en una tecnología disruptiva. Las mujeres obtuvieron más poder sobre sus vidas y sobre cuándo quieren empezar una familia, lo que les permitió estudiar y trabajar.

Para Goldin, esto significó una especie de revolución silenciosa en la que las mujeres comenzaron a ver el trabajo de forma parecida a cómo lo ven los hombres. Pudieron por primera sentir su trabajo como parte de su identidad, lo que al final transformó por completo a la sociedad.

Entre las nuevas luchas que tienen las mujeres en el ámbito económico, Goldin destaca la necesidad de que los hombres cuenten con un permiso de paternidad igualitario, es decir, que se tomen los mismos días libres al momento de tener hijos.

“Se espera y se asume que las mujeres deben disfrutar una baja de maternidad, pero no se espera lo mismo de los hombres. Es necesario que esta actitud cambie para que deje de pensarse que el hombre que disfruta de una baja por paternidad no es un buen trabajador”

señaló Goldin en 2019.
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