La invasión al Capitolio por parte de simpatizantes de Donald Trump obligó a las plataformas de redes sociales a replantearse seriamente su responsabilidad en esos actos y comenzar a tomar acciones
Por costosas que puedan ser.
Twitter anunció que suspendió más de 70 mil cuentas que habían estado compartiendo contenido de QAnon por considerar que incitaban al odio y a la conspiración.
«Dados los eventos violentos en Washington DC, y el aumento del riesgo de daño, comenzamos a suspender permanentemente miles de cuentas que se dedicaban principalmente a compartir contenido de QAnon (teoría defendida por algunos de los que asaltaron el Capitolio)», señaló el equipo de seguridad de Twitter en un comunicado.
Pero desde que tomó esa decisión, la red social comenzó a caer en Wall Street.
Primero, el lunes 11 de enero, retrocedieron más de un 6% y al día siguiente perdieron un 2,37%.
Aunque a pesar de los fuertes retrocesos, la cotización de Twitter se mantiene en un nivel relativamente alto, con un precio de USD 47,04 la acción gracias a la escalada que protagonizó el 2020.
Twitter tiene 330 millones de usuarios, Facebook, más de 2.7 millones de usuarios mensuales activos, mientras que Instagram supera los mil millones, según los datos más recientes disponibles.
Sin embargo, la tormenta aún no termina, pues esos movimientos han generado una ola de críticas, sobre todo entre los conservadores de Estados Unidos, que denuncian una supuesta censura por parte de la plataforma.
Ahora, el debate se centra en si Twitter y las demás redes sociales tienen demasiado poder sobre los discursos políticos y la libertad de expresión; sobre si sus prácticas son monopólicas y, sobre todo, sobre sus intereses políticos.
Y es que la vara de Twitter no mide igual.
Hay quienes ponen sobre la mesa ejemplos como Irán, las cuentas del régimen venezolano, el ala más radical de los demócratas y el movimiento Black Lives Matter tienen comentarios muy deshumanizadores y no son eliminados.
Así que parece que, aunque Twitter emprendió una lucha contra lo que considera inadecuado en sus redes, hay quienes ya están pensando en una lucha contra Twitter… y eso no es una conspiración.