Existen reglas básicas en el mundo de las inversiones, aquí están las que plantea el libro “Invertir tus ahorros y multiplicar tu dinero para dummies”, escrito por Ángel Faustino. Dale un repasito y verás como cambiar algunos hábitos financieros son la solución a tus problemas.
1. Lee los contratos antes de firmarlos
Nunca firmes sin antes leer de qué se trata, aún más cuando impliquen compromisos financieros. Los malentendidos surgen de una comunicación a medias y más vale prevenir que lamentar. No te quedes con la explicación de cinco minutos que te dió el ejecutivo del banco, mejor asegúrate que lo que dijo este plasmado en el papelito.
Por ejemplo, si te explican que tu crédito funciona como un depósito, el contrato debe especificar que es un “depósito” y no una “emisión de deuda perpetua” u algún otro término financiero incomprensible. Recuerda que ante procedimientos judiciales lo que importa es el contrato no la palabra.
2. No des nada por cierto
En tu reunión de los jueves podrán decir de todo sobre finanzas e inversiones inteligentes pero no des nada por cierto y mejor investiga. Recuerda que los ejecutivos bancarios antes de ser asesores financieros son vendedores y tienen cuotas que cumplir, por lo tanto asegúrate de que el producto o servicio que contrates se acopla a tus necesidades no a los de otros. Al final del día, tú eres el único responsable.
3. Inversiones a largo plazo: “vende cuando todos compran y compra cuando todos venden”
Aprovechar las oportunidades que brinda la fluctuación de los mercados es una enseñanza milenaria. No hay duda que las grandes caídas son la mejor oportunidad para la inversión a largo plazo. Pero sin el tiempo a tu favor es una estrategia peligrosa, y tiempo son años, o hasta décadas.
4. Inversiones a corto plazo: “sigue la corriente”
A corto plazo el punto anterior es un suicidio, no lo hagas. Si prefieres hacer inversiones con resultados inmediatos lo mejor es seguir las tendencias cuando son claras y fuertes.
5. Controla tus emociones
La disciplina y las emociones son tan importantes como el conocimiento. No pidas prestado para invertir porque “supones que es una buena oportunidad” y no le apuestes todo a una sóla jugada pensando que te vas a hacer rico en un día. La clave es tener un plan y seguirlo disciplinadamente. También se vale probar cosas nuevas pero cuando suceda manéjalo como una inversión externa a tu plan de inversión y coloca una cantidad, que en caso de perderla, no te ahogue.
6. Incorpora activos alternativos a tu cartera
Los activos alternativos se tratan de los activos no tradicionales, como son los bonos y las acciones. Entre ellos están los fondos de inversión, empresas de capital de riesgo, bienes inmuebles, materias primas, acciones de empresas no cotizadas; pero además también antigüedades, obras de arte, joyería, entre otras cosas.
Está comprobado que en el ciclo económico los activos alternativos, además de reducir riesgo, son un motor de rentabilidad (aunque también hay periodos de vacas flacas).
7. Piensa en el riesgo y luego en la rentabilidad
Cuando comiences un plan de inversión no piensen en cuánto vas a ganar, sino en cuánto puedes perder. Si migras a este pensamiento el ganar va llegar solito. Claro, esto funciona si te concentras en no perder desde el momento 0, no cuando ya llevas perdido el 20% de la inversión.
8. El secreto es que no hay secreto
La inversión se trata de diversificar y controlar los riesgos. Punto, no hay más.
9. Toma tus decisiones de inversión siguiendo criterios de inversión
La tradición fiscal nos dice que “perder es malo porque pierdes y ganar es malo porque pagas impuestos”. No tomes tus decisiones de inversión en búsqueda de reducir la cuota fiscal, sino que siempre planea en vista a sacar el mayor rendimiento. Y otra, olvídate de gustos, intuiciones y preferencias porque dinero es dinero y un inversor toma sus decisiones a partir de los hechos en función de análisis serios y cifras reales sobre la mesa. No te dejes llevar.
10. Una buena inversión te ayudará a ser más feliz
¿De qué te sirve tener dinero sino eres feliz? Pues ahí está.