El capitalismo ya cambió y quien no quiera entenderlo se va a perder de una de las grandes tendencias de inversión de los últimos años. ¿De qué hablamos? De la idea de que las compañías están haciendo un esfuerzo cada vez mayor por cumplir con criterios ambientales, sociales y de gobernanza que los ayuden a entrar a índices especializados en activos ESG.
Esto no es una moda hispter para que Wall Street vibre alto. De hecho, está en el mejor interés del sistema financiero y de las empresas privilegiar un nuevo equilibrio más sustentable y socialmente responsable. Hay toda una nueva generación de inversionistas, consumidores, profesionistas y accionistas que no está dispuesto a gastar su tiempo ni su dinero en compañías que no entiendan que su contexto social y ambiental es igual de importante que asegurar la rentabilidad de la empresa.
¿No estás convencido de la magnitud de esta revolución? Bueno, aquí está el dato que necesitas. De acuerdo a un reporte de Morningstar, hay más de un billón de dólares en activos administrados en fondos de impacto sustentable y social. El monto prácticamente se ha duplicado en los últimos tres años. En el segundo trimestre del 2020, la entrada de flujos de efectivo a instrumentos ESG superó la marca de los 71 mil millones de dólares.
Estas cifras son apenas la punta del iceberg de un fenómeno mucho más importante, un cambio cultural que promete transformar al capitalismo global: la transición del “shareholder capitalism” al “stakeholder capitalism”. En pocas palabras, el cambio de un modelo que solo atiende métricas tradicionales de rentabilidad a un esquema que valora criterios de impacto ambiental y social. La transformación incluso ha sido incorporada a las prácticas de las principales multinacionales, no solo en el sector tecnológico.
México y América Latina son parte de esta tendencia. Quálitas, la aseguradora mexicana, se incorporará al índice Dow Jones Sustainability Index Mila Pacific Alliance a partir del 23 de noviembre. Este instrumento está conformado por las 62 compañías enlistadas en un mercado de valores de los países de la Alianza del Pacífico (México, Chile, Colombia, Perú) que salen mejor evaluados por la calificadora SAM en lo que se refiere a la aplicación de criterios ESG a sus operaciones diarias.
El cambio generacional de los inversionistas que participan en los mercados financieros es referido como un factor que podría apuntalar los fondos ESG en el largo plazo. Esto implica que el mercado vería cada vez más alineado el interés económico inmediato de las compañías con las consideraciones de impacto ambiental y social. El consenso de analistas tasa en 30 billones de dólares la transferencia de riqueza de la generación Baby Boomer a sus hijos de la Generación X.
Sí, el futuro luce verde, igualitario y prometedor. La siguiente vez que pienses donde invertir tu dinero, recuerda lo que aseguró un reporte reciente de Morgan Stanley: ESG será el acrónimo más importante de Wall Street en la siguiente década.
Fuente: VectorAnálisis
Redacción: Staff e-Vector