Para Joe Biden, puede que los países enemigos en la guerra Rusia- Ucrania no sean los verdaderos.
Uno de esos enemigos al que se enfrenta el presidente de Estados Unidos es la inflación que el conflicto armado ha generado en su país.
Y es que la Oficina de Estadísticas Laborales informó hace unos días que la tasa interanual de inflación se disparó en marzo a 8.5 por ciento, el nivel más alto para la inflación anualizada en más de 40 años.
Kathy Bostjancic, economista jefe de Oxford Economics, anticipó que mayo registrará un pico de inflación cercano al 9 por ciento y que luego haya un lento retroceso y que el año termine por encima de 5 por ciento.
Este incremento, se argumenta, que es debido en gran medida al encarecimiento de los alimentos y la materia prima a consecuencia de la guerra en Ucrania.
Y el impacto está llegando ya con fuerza a los hogares estadounidenses con el encarecimiento de las rentas y los problemas de abastecimiento de comida.
Pero los analistas coinciden en que la principal responsable de este incremento es la gasolina, que se disparó tras la invasión rusa.
Como medida, el presidente anunció la liberación de un millón de barriles de petróleo al día durante los próximos seis meses.
Con esta cantidad récord se espera frenar la subida de precios de la gasolina que se disparó 18.3 por ciento con respecto a febrero y representó cerca de la mitad de la inflación.
Con eso, Biden ha buscado revertir el impacto de la crisis en un intento -hasta ahora poco exitoso- de atenuar el costo político que esto pueda representar.
Y es que el mandatario debe tener en cuenta lo cercano de las elecciones de medio mandato, en noviembre.
De acuerdo con un análisis de The New York Times, sería ese evento político el que ha orillado a Biden a tomar medidas inéditas como permitir la venta de gasolina con mayor contenido de etanol este verano, eliminando temporalmente una restricción que bloquea la mezcla en los meses más calurosos.
La mayoría de la gasolina que se vende en Estados Unidos se mezcla con 10 por ciento de etanol.
La gasolina con más etanol (conocida como E15, pues aumenta de 10 a 15 el porcentaje de este ingrediente) es diez centavos de dólar más barata, pero tiene un pero… Generalmente esa gasolina no se vende en los meses de verano porque contribuye al smog en climas cálidos.
En 2019, el entonces presidente Donald Trump permitió las ventas de E15 durante todo el año, pero un tribunal federal de apelaciones anuló el cambio de política en julio de 2021.
Así que la decisión de Biden no llegó sin que le surgiera el otro “enemigo”: los defensores ambientales.
Los ambientalistas señalan que la producción de etanol contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y la erosión del suelo, y a su vez eleva los precios del maíz y otros insumos.
“La industria del etanol estará feliz y los niños con asma estarán más enfermos”, dijo Dan Becker del Centro para la Diversidad Biológica, un grupo ambiental a CNN.
“Por muy bien intencionado que sea, los niños y los ancianos no deberían pagar el precio con su salud por un pequeño ahorro de gasolina”.
Ron Chittim, portavoz del Instituto Americano del Petróleo, la principal organización de la industria petrolera también cuestionó la decisión de Biden.
“Los estadounidenses están buscando soluciones a largo plazo, no arreglos políticos a corto plazo», destacó.
Habrá que ver si a este presidente no le resultan más peligrosos esos “enemigos” que tiene en casa que los del otro lado del mundo.
