Hay algo de lo que estamos seguros, y eso es que hay una delgada línea entre ahorrar y ser tacaño. ¿Sabes de qué lado estás? Si te entró la duda, hay una descripción que hizo el escritor Francisco de Quevedo hace cuatro siglos, en su obra “El Buscón” sobre la tacañería de uno de los personajes, quien dormía siempre de un lado, por no gastar las sábanas…
¡Sigue leyendo para saber cuándo la sana práctica del ahorro se lleva a la obsesión!
En este blog hemos compartido que ahorrar es un hábito sano y esencial para tu vida financiera, pero cuando se pasa al otro lado y se vuelve algo compulsivo, entonces tal vez ya no sea tan saludable.
Tacaño, avaro, mezquino, y otros tantos calificativos, hemos usado alguna vez para señalar a alguien que llega al extremo de no gastar nada y buscan mil formas para acumular más y más dinero. El caso es que ha dado pie a crear personajes en libros, en el cine, la pantalla chica y series de plataformas digitales.
En esta ocasión, queremos presentarte algunos de los personajes famosos que nos dan lecciones de los ahorradores compulsivos o tacaños, como los prefieras llamar.
¡Toma nota!
- Stanley Pines
El personaje de la serie de Walt Disney también es conocido como el malicioso tío abuelo Stan. Siempre desea ganar más dinero vendiendo artículos sin valor en su tienda.
A pesar de ser tan avaro, y usar a sus sobrinos Mabel y Dipper para sus fines, tiene las mejores intenciones en su corazón y los ama de manera incondicional.
- Euge Harol, el cangrejo de Bob Esponja
Es dueño de un restaurante llamado “El Crustáceo Cascarudo”, tiene una obsesión por el dinero, siempre está contando los billetes y trata de conseguir más.
A pesar de su avaricia, su hija “Perlita”, lo controla y lo hace gastar aunque eso le duela a Don Cangrejo.
- El dragón Smaug de la película El Hobbit
Es el codicioso encargado de proteger las montañas de oro, que desterró a los enanos de su ciudad para quedarse con todas sus riquezas.
- Ebanezer Scrooge
El personaje principal de “Un cuento de navidad” de quien se dice que es un usurero, que no tiene caridad y es muy déspota.
Es el Grinch de la navidad, que en esta época no era capaz de visitar a su familia. El único acto de amabilidad que tuvo fue cuando le dio el día libre en navidad a su empleado, aunque fue por obligación porque para él, es un día que se pierde dinero.
La lección que estos personajes han traído a la vida real es que para tener una salud financiera equilibrada hay que disfrutar el dinero y convertirlo en un medio para alcanzar las metas personales. Recuerda que primero es ahorrar, y luego invertir para que se multiplique de manera saludable.
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Fuentes:
Selfbank, El País, Dinero en Imagen, La República, Gravity Falls
