Ahora que nos encontramos oficialmente en un mercado bajista con altas tasas de interés, las empresas comienzan a tomar medidas ante el peor escenario posible. Una recesión global se ve cada vez más cerca ante el alza de tasas de los bancos centrales. Es por eso que se han estado registrando en las últimas semanas despidos masivos, especialmente en las tecnológicas estadounidenses, y otros recortes de gastos con los que se busca enfrentar estos tiempos de turbulencias.
La semana pasada Apple se llevó los reflectores al anunciar que suspenderá las contrataciones y el crecimiento del gasto para el siguiente año. A pesar de que planea lanzar varios productos nuevos en los próximos meses, la compañía ahora maneja un tono más cauteloso para el corto plazo. Lo que más llama la atención es que la empresa de Cupertino es de las pocas que ha superado sus pronósticos en Wall Street.
Esto es sólo la punta del iceberg. Se estima que las tecnológicas, entre las que destaca Tesla de Elon Musk, han registrado su mayor nivel de despidos desde diciembre de 2020. Netflix anunció la desaparición de 300 puestos de trabajo que se suman a los otros 450 que ha recortado desde que empezó el año. JP Morgan eliminó o reasignó a más de mil empleados. Ford anunció planes de recortar a 8 mil trabajadores de su nómina en los próximos meses… y la lista sigue con nombres como TikTok, Walmart, Vimeo, Shoppe y un largo etcétera.
Los despidos masivos han sido tan generalizados que algunos analistas lo han bautizado como ‘el gran arrepentimiento’ o great regret. Esta teoría afirma que hubo un optimismo desproporcionado con la recuperación económica pospandemia. En otras palabras, las vacunas contra el COVID-19 dieron la impresión de que volveríamos pronto a la normalidad, pero los confinamientos recientes en China, la guerra en Ucrania y la inflación han demostrado que era muy pronto para cantar victoria.
Despidos vs. renuncias
La desaparición de puestos de trabajo llega en un momento en el que la fuerza laboral se encontraba harta. La llamada Gran Renuncia comenzó justo en medio de la pandemia y fue motivada por personas que, sin importar las circunstancias, dejaron su trabajo en búsqueda de algo mejor. Ni siquiera el pronóstico de una recesión parece haber afectado este movimiento.
Según Greenhouse Software, más del 70 por ciento de los estadounidenses espera que pronto tengamos una crisis económica. En ese escenario, el 57 por ciento de los trabajadores afirma que buscará un nuevo empleo si su empresa llega a recortar su salario o prestaciones.
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