Quizá deberías pensar seriamente en esa posibilidad, porque hay una nueva tendencia laboral que está tomando fuerza, una en la que los empleados deciden el sueldo de los demás.
Es la democratización salarial y cada vez son más las empresas que le apuestan a eso.
Porque los esquemas laborales están cambiando… y mucho.
Primero, la holocracia.
Ese modelo de gestión empresarial impulsado por Brian Robertson, que propone un mundo sin jefes. Sin jerarquías que obstaculicen la creatividad y la efectividad.
Por ejemplo empresas como Zappos, la firma de venta de zapatos online, ya eliminó todos los puestos gerenciales y entregó las riendas del negocio a sus empleados.
Ahora, la compañía 10Pines, busca ir más allá.
La empresa de software fundada en 2010 tiene 85 empleados y permite que sean ellos mismos quienes establezcan lo que ganan sus compañeros.
En una entrevista para BBC, Ariel Umansky, uno de los trabajadores de 10Pines contó que, en diciembre del año pasado, rechazó su propuesta de aumento salarial del 7% en diciembre de 2020.
¿La razón?
Sentía que no podía justificarlo frente a sus compañeros.
«Me sentí un poco inseguro y expuesto por estar cerca o incluso encima de personas que consideraba que tenían un mejor desempeño que yo. Es fácil sentirse como un fraude», detalló.
En 10Pines también aplican el control de pares, y así evitan que una persona no trabaje lo suficiente o trate de engañar a la organización. Todo se basa en la confianza mutua.
Los expertos aseguran que la presión por pares les ayuda a contagiarse de buenos hábitos y prácticas. Si una persona dice que ha trabajado mucho y no es cierto, se sabrá muy rápidamente en el equipo.
Y así, las empresas autoorganizadas fundamentan gran parte de su estrategia en la confianza y en la claridad de los empleados, además, comparten las ganancias, de manera que todos sientan el resultado de su trabajo les beneficia.
