¿Cómo invertir ante la volatilidad de los mercados financieros en la coyuntura de la epidemia global de Covid-19? El departamento de análisis de Vector Casa de Bolsa recomienda asumir una postura defensiva de aversión al riesgo: reducir la exposición de posiciones en mercados accionarios, particularmente en índices de economías emergentes; en el sector de materias primas; en mesa de dinero; y en acciones procíclicas como Grupo Carso, Minera Frisco, Aeroméxico y Bio Pappel. Además, se sugiere transitar de la renta fija mexicana, estadounidense y europea de largo plazo a instrumentos de corto plazo.
Para los mercados, el impacto del Covid-19 se volvió real esta semana cuando el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal recortó la tasa de interés de referencia en 50 puntos base. La decisión se tomó en una reunión de emergencia de las autoridades de política monetaria. La última vez que el banco central más importante del mundo aprobó una medida de estímulo monetario en estas condiciones fue en septiembre de 2008, después del colapso de Lehman Brothers, el “momento Minsky” de la crisis financiera global.
La emergencia económica del Covid-19 se hizo evidente cuando Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, asumió un discurso similar al histórico mensaje de Mario Draghi frente a la crisis de deuda soberana europea de 2012: “se hará lo que sea necesario” para salvaguardar la integridad de la recuperación económica mundial. Los mercados interpretaron esta señal como una prueba fehaciente de que las proyecciones de crecimiento debían ser ajustadas a la baja.
La OCDE redujo su expectativa de expansión del PIB global en 0.5 puntos porcentuales a 2.4 por ciento. El pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en 2020 fue recortado en igual magnitud: el organismo multilateral considera que el país sólo crecerá 0.7 por ciento este año.
El estrés financiero, patente en las caídas de alrededor de 4 por ciento intradía de los índices accionarios estadounidenses, ha obligado al Fondo Monetario internacional a separar 50 mil millones de dólares para ser utilizados en caso de que economías emergentes o de ingreso bajo requieran implementar medidas contra cíclicas o de inyección de liquidez al sistema financiero como consecuencia del shock de demanda que pudiera significar el Covid-19.
La contingencia económica global es una posibilidad latente. El índice manufacturero PMI de China descendió de 50 puntos en enero a 35.7 puntos en febrero. Además, la encuesta de riesgos de los inversionistas consultados por Bank of America citan la epidemia del Covid-19 como el principal factor de disrupción para 2020.
En este contexto, la aversión al riesgo y las posiciones defensivas de inversión adquieren mayor sentido.