El reporte financiero del tercer trimestre de Blackrock ha puesto en perspectiva no solo la dominancia y escala de la firma de administración de activos más grande del mundo. También ofrece una idea muy clara de que, en la economía del siglo XXI, el tamaño sí importa. De hecho, es lo que más importa. Esto es particularmente cierto para la industria financiera.
Blackrock maneja 7.8 billones de dólares en activos. Se trata de una cifra récord, en términos relativos y en términos históricos, que ha crecido 12 por ciento en el último año. En el tercer trimestre, la compañía registró flujos positivos en sus fondos de inversión por alrededor de 129 mil millones de dólares. Para entender la magnitud: el dinero que recibió Blackrock en los últimos tres meses sería casi suficiente para comprar todas las acciones de Exxon.
Mark Gilbert, columnista de Bloomberg, argumenta que este fenómeno se explica primordialmente por la escala de la compañía, el factor más relevante para garantizar una participación de mercado significativa en la industria financiera.
Su tesis tiene sentido. La industria de la administración de activos está concentrada preponderantemente en las firmas que manejan al menos un billón de dólares, de acuerdo a Greenwich Associates. Sólo existen treinta compañías en el mercado que pueden presumir haber alcanzado este benchmark.
Sin economías de escala de este nivel es imposible competir. El reporte del tercer trimestre de Blackrock, que presenta ingresos por 4.37 mil millones de dólares, representa una prueba fehaciente. La firma registró ganancias por acción de 9.22 dólares, pese a que el mercado esperaba que fueran de 7.80 dólares. Es decir, la peor recesión de la economía real en una generación ha sido un catalizador de la concentración en esta industria.
Gilbert explica que dos eventos recientes refuerzan la percepción de que la escala es el único factor relevante para competir en este mercado: el anuncio de Fidelity Investments para contratar a 4 mil analistas y la fusión de 7 mil millones de dólares entre el brazo de administración de activos de Morgan Stanley y la firma Eaton Vance, que gestionaba alrededor de 500 mil millones de dólares en activos.
No hay alguna firma privada que tenga mayor influencia en los mercados financieros que Blackrock. El éxito de la compañía que preside Larry Fink marca la ruta de éxito para las compañías en el siglo XXI: aspirar a convertirse en un monopolio con poder de mercado.
Fuente: VectorAnálisis
Redacción: Staff e-Vector
