A partir de su despido, a principios de diciembre del mes pasado, el gigante tecnológico ha ido perdiendo su estatus de edén laboral. En una entrevista con Bloomberg el jueves 3 de diciembre, Gebru aseguró que su despido ocurrió después de una extensa discusión con sus superiores por la publicación de un artículo de investigación sobre la ética de la IA.
Uno de los tuits de Gebru sugiere que el artículo criticaba los costes ambientales y los sesgos incorporados en los grandes modelos de lenguaje.
Tras su despido, Gebru también escribió que en Google existe una enorme cantidad de censura e intimidación a las personas de grupos específicos, -Gebru es de origen afroamericano- y cuestionó: “¿Cómo confiar en que se pueda realizar una investigación seria en esta área?».
Y al parecer esa fue la chispa que se necesitaba para generar una poderosa reacción en cadena que ahora tiene de cabeza a Silicon Valley, pues hace apenas unos días, un grupo de más de 200 empleados -la mayoría de ellos, ingenieros- anunció la creación de la Alphabet Workers Union, algo así como el primer gran sindicato de trabajadores de Silicon Valley.
El sindicato, dijeron, estará abierto a los más de 130 mil empleados de Alphabet, la empresa matriz de Google, así como a proveedores y trabajadores temporales.
«Durante demasiado tiempo, miles de nosotros en Google y otras subsidiarias de Alphabet, hemos tenido preocupaciones laborales desestimadas por nuestros superiores», aseguran los inconformes en una carta publicada en NYT.
Una de las principales quejas de los trabajadores son algunos movimientos que ha llevado a cabo la empresa en los años recientes. Reprochan, entre otras cosas, haber colaborado con «gobiernos represivos de todo el mundo», «beneficiarse de la publicidad» pagada por grupos responsables de «campañas de odio» o haberse prestado a desarrollar sistemas de inteligencia artificial para el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Pero no solo las cuestiones éticas entran en la carta publicada, también se habla de la mala gestión que el buscador más grande del planeta ha hecho sobre las denuncias de acoso laboral. Los ahora sindicalizados aseguran también que la empresa no ha tomado medidas contundentes contra la discriminación por motivos raciales.
Y la lista sigue
Parul Koul y Chewy Shaw, presidenta y vicepresidente, respectivamente, del Alphabet Union Workers, detallan que «estos problemas y otros más graves persisten» y acusan a la dirección de silenciar y actuar contra aquellos empleados «que se atreven a hablar».
«Somos los trabajadores los que construimos Alphabet. El lema de nuestra empresa solía ser ‘No seas malvado’. Una organización laboral nos ayudará a estar a la altura».
Y aunque el sindicato todavía está en pañales, ya que aún no ha sido reconocido oficialmente y supone aún una pequeñísima fracción de la plantilla, es un hecho que la jugada es histórica.
Si tan solo hubieran escuchado a Timnit.
Fuente: Vector Análisis