El pasado 7 de enero el fundador de Tesla recomendó usar la mensajería instantánea de Signal, luego de que WhatsApp anunciara que habría un cambio en su política de privacidad.
El tuit de Musk fue compartido más de 50 millones de veces y tuvo cerca de 320 millones de me gusta. Con tremenda recomendación muchos descargaron la aplicación de mensajería, pero algunos brokers de bolsa pensaron: Si Elon Musk lo recomienda, hay que invertir.
Sin embargo, para su desgracia solo Signal Advance cotiza en bolsa y ese Signal no es el de la mensajería si no una empresa homónima pero no relacionada que fabrica dispositivos médicos.
Pero la especulación fue tal que la compañía subió su cotización bursátil un 11,700% y alcanzado un valor de 300 millones de dólares, 293 millones más que unos días antes.
Tan solo un día después de ese tuit, las acciones de la pequeña empresa con sede en Rosharon, Texas comenzaron a multiplicarse por 12 en una sola jornada.
Pero la locura total llegó cuatro días después, cuando la subida llegó a ser del 1,170% con el valor de la acción superando los 70 dólares.
Esta situación, provocó una tremenda burbuja y seguramente muchas desilusiones a los inversionistas cuando descubrieron que, aunque Signal Advance pertenece al sector de la tecnología, no tenía nada que ver con la app de mensajería.
Signal Advance tuvo que salir a explicar que ambas empresas no tienen ninguna relación entre ellas.
Y, como era de esperarse, al final Signal Advance perdió la mitad de su valor, bajando a los 38 dólares por acción, y aun más a 5.25 dólares por acción al día de hoy. Un 3,000% más que antes de que Musk empezará a teclear las dos palabras que desataron la burbuja.