Tras varios años de que se haya popularizado el teletrabajo (o home office) en México gracias a la pandemia, el Gobierno por fin ha emitido una regulación detallada para esta modalidad laboral.
Se trata de la Norma Oficial Mexicana (NOM-037) que establece las obligaciones que tienen tanto los patrones como subordinados. Entre las disposiciones más importantes destaca que las empresas deberán pagar los gastos de Internet y el proporcional de la factura de luz que se generen.
Asimismo, debe dar una computadora, tableta y/o un ‘smartphone’, así como una impresora y su tinta si es necesario para el trabajo. El patrón también está obligado a proveer un espacio adecuado que incluya cosas como una silla ergonómica, un escritorio y aditamentos similares.
¿Por qué es importante?
- Cada vez más empresas y empleados optan por una modalidad de trabajo remoto para ahorrar costos de oficina y tiempos de traslado.
- El home office ha generado sus propios problemas como la sobreexplotación laboral, por lo que una regulación sobre el tema era necesaria.
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Trabajar de manera remota no es tan fácil como parece. Tras varios años de que se popularizara esta modalidad laboral, han surgido varios problemas no previstos que ahora la ley busca solucionar.
Una de las regulaciones más novedosas es el derecho a la desconexión por el cual la empresa no puede contactar al trabajador fuera del horario laboral, es decir, el jefe no puede llamar o enviar mensajes en cualquier momento. De manera similar, la NOM contempla el derecho de las mujeres que se encuentran en periodo de lactancia de poder pausar sus actividades para alimentar a sus hijos.
Sin embargo, los empleados también tienen su parte de obligaciones. Primero, para ser considerado un “teletrabajador oficial”, debe realizar por lo menos el 40 por ciento de su jornada laboral semanal en un lugar fuera del centro de trabajo de manera constante.
Asimismo, el trabajo debe ser posible de realizarse exclusivamente con el uso de las tecnologías de la información, se debe elegir un lugar fijo para las actividades y notificar a la empresa de antemano se va a mover a otro sitio, por lo que “trabajar desde la playa” puede ser más difícil que antes.