Sequías, huracanes, olas de calor y tormentas conforman la larga lista de gritos de
la naturaleza. La tierra está cobrando factura por los años de explotación de los
recursos naturales y la cuenta está saliendo cara.
Las pérdidas al medio ambiente son muy graves, pero las consecuencias también
alcanzan el bolsillo. De 2000 a 20016, el CONAPRED calculó que las pérdidas
alcanzaron casi los 500 mil millones de pesos. Además durante esos años los
desastres naturales afectaron a más de 33 millones de habitantes.
Ya para 2017, la Organización Mundial Meteorológica (OMM) informó que en 2017
los huracanes del sur de Estados Unidos y las islas del Caribe batieron récords en
pérdidas. Para que te des una idea, los huracanes Florence y Michael (2018) que
azotaron a territorio estadounidense estimaron daños en cerca de 49 mil millones
de dólares.
Pero las pérdida abarcan a otros sectores económicos. En 2018 disminuyó en un
8% la producción de cereales en América Latina y el Caribe. La causa fueron las
sequías que acabaron con la cosecha de maíz en países sudamericanos como
Argentina y Brasil.
El cambio climático también ha cobrado vidas. En 2018 las olas de calor e
incendios forestales han dejado más de 1,600 muertes en Europa, Japón y
Estados Unidos.
Los efectos económicos del cambio climático también afectan a la vida cotidiana.
Ya que los extremos entre frío y calor resultan en la pérdida de capacidad para el
trabajo y la productividad. Y si a eso se suman servicios de salud ineficientes,
obtienes un grueso poblacional aún más vulnerable e indefenso.
Entonces, ¿cuánto cuesta el cambio climático? Engloba costos financieros,
medioambientales, humanos, y muchos otros más. Es una cifra incalculable.