En México, la falta de inversión se ha traducido en tasas de crecimiento económico mediocre. Santiago Levy, ex subsecretario de Hacienda y actual vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo, explica que los esfuerzos que realizó el Estado mexicano para transformar radicalmente su economía no han sido propiamente recompensados.
Una de las razones centrales, según refiere el consenso de economistas, es que la inversión, pública y privada, se ha convertido en un problema estructural en el país. De manera consistente desde el tercer trimestre de 2015, este rubro ha presentado caídas. En ese punto, la inversión alcanzó un nivel de 23.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Actualmente, la cifra se encuentra en 17.9% del PIB.
En este contexto, el gobierno federal, en alianza con los principales órganos de representación empresarial en el país, lanzó un programa de infraestructura abocado a revivir la inversión pública y privada. El objetivo de esta administración es que este rubro alcance un nivel de 25 puntos del PIB, un escalón a partir del cual podría detonarse la tasa de crecimiento económico potencial, de acuerdo a proyecciones oficiales.
El programa contempla 39 proyectos de infraestructura por un monto de 297.3 mil millones de pesos, equivalente a alrededor de 1.3% del PIB. Un tercio de esa cifra corresponde a inversión en el sector energético. El resto, prácticamente en su totalidad será destinado al sector de comunicaciones y transportes.
El Departamento de Análisis de Vector estima que, a pesar de la falta de claridad respecto al programa, el impacto de este anuncio sobre el crecimiento económico será de entre 0.2% y 0.4% del PIB, en caso de concretarse.
Fuente: VectorAnálisis
Redacción: Staff e-Vector