Y el presidente no llegó porque, según explicó, “circunstancias imprevistas”.
Esas circunstancias quizá tengan que ver con que El Salvador vive una crisis de la que quizá no se esté hablando lo suficiente.
Desde el 27 de marzo de este año, la Asamblea Legislativa declaró un “régimen de excepción”, el cual se establece en casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia y otra calamidad general o de graves perturbaciones del orden público.
El “presidente millennial”, Nayib Bukele, aseguró que esta medida de 30 días era para combatir una ola de asesinatos relacionados con las pandillas registrada el fin de semana.
El asunto es que, con el estado de excepción se suspenden las garantías constitucionales de la libertad de asociación, derecho de defensa, al plazo de detención administrativa y a la inviolabilidad de la correspondencia y las telecomunicaciones.
Y en medio de todo eso, recordemos que desde hace seis meses Bukele decretó que el bitcoin se convirtiera en una moneda de curso legal en El Salvador como parte de esa idea criptoevangelizadora de que la criptomoneda es el símbolo de la libertad frente a «la tiranía del dólar».
Pero aunque Bukele no llegó a Miami lo que sí llegó fue su “criptovolcán” y el anuncio de un ambicioso proyecto para endeudar al país en bitcoin… o bueno, como él lo dice: emitir un bono en el mercado internacional.
De acuerdo con los expertos, si llega a emitirse ese bono volcán aumentaría la deuda pública de El Salvador que actualmente es del 85 por ciento del Producto Interno Bruto.
¿Y por qué le dicen bono volcán?
Básicamente porque la mitad del dinero del bono sería utilizada para comprar más bitcoin y la otra mitad para financiar el inicio de la construcción de una ciudad a los pies del Volcán de Conchagua llamada Bitcoin City.
Bukele lo anunció así en Twitter:
«El plan es simple: mientras el mundo cae en la tiranía, crearemos un refugio para la libertad».
El anuncio de la ‘bitcoin ciudad’ ya lo había hecho desde noviembre del 2021 en una galáctica presentación en la ‘Bitcoin Week’.
Ese refugio para la libertad del presidente salvadoreño es una ciudad futurista que utilizaría energía geotérmica generada por el volcán para alimentar las redes de computadoras que se usarán para crear nuevos bitcoins.
Bitcoin City sería, de acuerdo con Bukele, un lugar libre de impuestos en el que todos los inversionistas podrán crear su propio paraíso terrenal con cero emisiones contaminantes gracias a la energía volcánica.