La saga de Elon Musk y Twitter apenas comienza. Ahora que el hombre más rico del mundo por fin cumplió con su promesa de comprar a la empresa, la transformación de la red social ha comenzado. El problema es que, fiel a su estilo, el magnate da la impresión de cambiar de opinión a cada rato así que es difícil saber qué pasará. Aquí te contamos qué ha pasado hasta el momento y qué podría llegar a pasar.
La clave más importante para entender la situación se encuentra en el lado económico. Twitter lleva tiempo batallando para pagar los 13 mil millones de dólares que tiene de deuda con sus respectivos intereses. Además, todo parece indicar que la oferta de 44 mil millones que realizó Elon Musk por la empresa fue muy elevada, por lo que aumentar los ingresos es su prioridad. Sin embargo, la plataforma lleva años intentando hacer lo mismo sin éxito.
Por eso se entienden los reportes que señalan que planea despedir prácticamente a la mitad de los trabajadores de Twitter, algo así como 3 mil 700 personas. Incluso algunos medios advierten que podrían llegar a ser hasta el 75 por ciento de la plantilla, pero Musk, sin ser muy claro, se ha alejado de esos cálculos.
La otra gran idea que ha trascendido para aumentar los ingresos es comenzar a cobrar a los usuarios que tienen cuentas verificadas. La famosa palomita azul ayuda a identificar a personas reales, principalmente a periodistas y medios de comunicación, por lo que se ha convertido en un factor clave en el combate a la desinformación. Elon Musk primero dijo que iba a cobrar una subscripción de 20 dólares al mes, pero tras una ola de críticas se bajó a los 8 dólares. Eso ha servido poco para ganar el apoyo popular, por lo que no se ha tomado una decisión definitiva.
El otro gran cambio por el que pasará Twitter gira en torno al debate de la libertad de expresión. Elon Musk rechaza la mayoría de los controles que se han implementado en las redes sociales para combatir el odio y la desinformación. En diferentes ocasiones ha mencionado que la cultura en Internet es demasiado woke y ha ganado fama la forma en la que critica otros puntos de vista en la plataforma. De hecho, tan pronto como se consolidó la compra de Twitter se registró un aumento abrupto del uso de palabras discriminatorias.
El problema es que regular los discursos en Internet no es sencillo. Además de políticas internas de las compañías, en diferentes países se debe cumplir con regulaciones. De momento, lo que sí parece un hecho es que Musk va a retirar la suspensión a los usuarios que han sido vetados hasta el momento como Donald Trump.