El ritmo de Netflix es claro. Y por ritmo nos referimos a su estrategia. Ellos gastan el 75% de sus ingresos en contenido nuevo, para atraer a nuevos usuarios. Y hasta ahora esto les había funcionado bastante bien.
Sin embargo los expertos dicen que llegará un punto en que ese modelo de negocio dejará de ser sostenible, y la primera prueba apareció en sus resultados financieros del segundo trimestre del año.
Netflix perdió 120,000 usuarios en Estados Unidos. Algo que no se veía desde 2011. En los países extranjeros sólo consiguió 2,8 millones de nuevos suscriptores, que es la mitad de lo que tenían previsto.
Tras el anuncio de las malas noticias, la compañía perdió 17,000 millones de dólares en bolsa. Además de ser el primer desliz para el modelo de la empresa (que le apuesta todo a obtener nuevos suscriptores), también pone de manifiesto la correlación entre nuevos usuarios y su valoración bursátil.
Con los resultados negativos, Netflix quedó expuesto y comenzaron las especulaciones sobre su futuro. Y es que para el tercer trimestre del 2019, la compañía espera 7 millones de nuevos usuarios, pero no hay ninguna certeza de que vayan a llegar a la meta.
Mientras tanto en Wall Street las dudas siguen. Se preguntan si los malos resultados habrán sido un evento aislado, o si se trata de una tendencia para la compañía.
Y es que los inversionistas tienen dos razones para especular sobre el futuro de Netflix:
La primera, es la competencia. Apple y Disney tienen previsto lanzar sus plataformas de streaming en noviembre. WarnerMedia de AT&T y NBCUniversal de Comcast, pretenden entrar a inicios de 2020.
El tema es que todos poseen amplios catálogos de contenido original, menos Apple. Aunque la empresa de la manzanita posee algo más poderoso, se trata de la segunda compañía más rica del mundo.
Además el costo de la suscripción será otro factor relevante para que el usuario decida con qué plataforma irse. Mientras que Netflix cuesta 13 dólares al mes, Apple cobrará 5 y Disney 7.
La urgencia de Netflix por adelantarse a la competencia, explica el porqué destinan cantidades estratosféricas de sus ingresos a la creación de contenido con su marca. Incluso, la empresa prefirió reducir los presupuestos de marketing y publicidad digital, antes que afectar los contenidos.
El segundo de los retos es que la audiencia ya no crece. Un productor de cinenominado al Oscar, Jonathan Taplin, opina que “ahora hay el doble de series que hace siete años y la audiencia no ha crecido. No hay ningún precedente de esto, es algo extraño y totalmente nuevo".
Por lo tanto habrá nuevas ofertas de streaming, mientras que la audiencia sigue siendo la misma. ¿Podrá Netflix seguirle el ritmo a los cambios en la industria?
