Primero debemos entender quienes son considerados como micro influencers.
Un micro influencer es un usuario de alguna de las plataformas de redes sociales que tienen menos de 10 mil seguidores, a diferencia del influencer que puede llegar a tener un número de seguidores de más de un millón de personas.
Generalmente estos personajes están enfocados a temas específicos y conectan de manera particular con el público que los sigue.
Entre sus principales características es que tienen un número de seguidores en redes sociales que oscila entre los 10 mil y los 50 mil followers.
Sus contenidos son más cercanos que los de los grandes influencers y aunque tienen menos likes y comentarios que las grandes personalidades, su influencia resulta más visible.
Pero sobre todo, crean verdadero engagement, fidelidad y motivación, de modo que sus seguidores se identifican con ellos.
Y es que cuando Instagram todavía no había lanzado su plataforma de publicidad, los grandes influencers empezaron a crear sus audiencias y las marcas comenzaron a usarlos como ganchos para generar engagement y potenciar sus ventas.
Incluso, muchas empresas comenzaron a utilizar a estos influenciadores mucho más que a las grandes celebridades.
Y es que se dieron cuenta que muchos de estos famosos, a pesar de tener un enorme número de seguidores, las interacciones con las personas eran mínimas.
Además, las grandes marcas comenzaron a notar que la gente creía e interactuaba más con las personas a las que consideraban más cercanas y con más afinidad.
Es por eso que el llamado marketing de micro influencers tiene cada vez más peso y, lo más importante, es más exitoso que el que usa a celebridades.
El informe Kantar AdReaction asegura que el 62 por ciento de los profesionales del marketing de influencers en 2022, y tiene sentido si consideramos que el mismo estudio revela que el 55 por ciento de los millennials considera que los influencers han tenido una autoridad directísima en apostar por nuevos productos.
Y es que a algunos sectores específicos o empresas locales les resulta más beneficioso apostar por un micro influencer que genera cercanía y accesibilidad para promocionar sus productos y negocios.
Sin embargo, este rápido crecimiento en el uso de personas influenciadoras para generar campañas publicitarias ha hecho necesaria una regulación para gestionar las publicaciones.
