Son los SPAC, y aunque llevan décadas en el mercado, este último año y medio se han convertido en toda una celebridad. Y como toda celebridad, no están exentos de polémica, pues algunos reguladores contemplan con preocupación este fenómeno, ya que creen que este modelo no es apto para la mayoría de los inversores.
Pero vamos por partes ¿qué es un SPAC?
Básicamente son empresas fantasma que cotizan en bolsa con la única intención de combinarse con una empresa privada para hacerlo público. Muchos los están usando como alternativa para captar capital y acelerar los procesos de salida al mercado.
Salir a bolsa mediante la fusión con un SPAC se ha convertido en una forma popular para que las empresas en etapa inicial accedan a los inversores cotidianos y un esfuerzo de moda para los estadounidenses ricos en deportes, entretenimiento y finanzas.
De hecho, de acuerdo con Bloomberg, en los últimos 15 meses se han registrado 474 vehículos que han captado hasta 156 mil millones de dólares en financiación.
Y este despegue sin duda tiene que ver con que tiene algunos promotores de renombre como el exjugador de baloncesto Shaquille O’Neal, quien hace poco informó sobre su participación en Forest Road Acquisition.
Pero la lista de celebridades que se han unido a la fiebre de los SPAC es larga y variada.
Está la tenista Serena Williams, el jugador de la NFL Colin Kaepernick, Jay Z, el ex beisbolista Alex Rodríguez, el rapero Cassius Cuvée y hasta Saúl “El Canelo” Álvarez.
Sin embargo, la Comisión de Mercados y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) insiste en que estas compañías tradicionalmente han involucrado inversiones especulativas.
Además, de acuerdo con la SEC, a menudo se han categorizado en lo que se define como penny stocks, es decir, títulos de riesgo que operan por debajo del dólar y normalmente cuentan con una micro-capitalización.
“La participación de celebridades en un SPAC no significa que la inversión en un SPAC en particular sea generalmente apropiada para todos los inversores”, advirtió la Comisión.
Y es que, si de un lado están las personas que lanzan la SPAC y se enriquecen ahora, hay que tener en cuenta que, del otro lado, siempre estarán aquellos que compran acciones de las mismas y esperan enriquecerse más tarde.