Una cartera de inversiones en general, está compuesta por una combinación de instrumentos de renta fija y variable, para minimizar la exposición al riesgo.
Uno de los secretos para el éxito en las inversiones es hacer un seguimiento constante de ellas, con la finalidad de saber en todo momento la evolución del portafolio de inversiones.
Para entender el significado de los instrumentos que formarán parte de la cartera hay que conocer lo que representan, por ejemplo, los vehículos de renta fija aseguran un retorno fijo al momento de invertir, pero normalmente con una rentabilidad menor a la de uno de renta variable. Éstos últimos, si bien no aseguran un retorno inicial, se pueden obtener ganancias más elevadas.
Los expertos aconsejan que antes de diseñar un portafolio de inversión se necesita contar con una estrategia, la cual equivale al mapa del tesoro que conducirá directamente a él. Esta estrategia será la guía para ir por el camino para preparar la cartera de activos financieros, que en conjunto ofrezcan el mejor equilibrio posible entre riesgo y rendimiento, de acuerdo al perfil individual. Por lo regular, la estrategia se basa en el concepto riesgo-rendimiento debido a la estrecha relación entre ambos.
Armar la cartera de inversión es un ejercicio que implica dividir el dinero disponible en tres partes. La primera de ellas es la reserva, que se debe mantener para emergencias e imprevistos. Lo recomendable es colocar esta parte en activos financieros de corto plazo, que permiten una rápida disponibilidad en caso necesario.
Otra rebanada del pastel es el dinero que se puede necesitar en plazos conocidos o de donde se quiere obtener un ingreso permanente. Éste dinero se colocará en instrumentos de renta fija, por ejemplo bonos, que son conocidos por el riesgo que implica y de rendimiento moderado.
La última parte se destinará a los activos de renta variable, que pueden ser acciones o en otras inversiones de mayor riesgo pero que son las que van a dar a ganar más. Estos tres pasos para distribuir el dinero es lo que los especialistas llaman la Política de Asignación de Activos, y que constituye la parte más importante del proceso de inversión.
Los inversionistas conservadores o en si está próximo al retiro no dudarán en irse por el portafolio de renta fija. Por otro lado, los jóvenes que disponen de un ingreso generoso o capacidad de ahorro buscarán ser más agresivos. Sin embargo, es evidente que la duda sobre lo que más conviene será una constante.
Fuente: Yahoo Finance y Finanzas Personales