La reunión de la semana pasada del comité de política monetaria del banco central estadounidense produjo información relevante para los mercados financieros de todo el mundo. Si bien era esperado que la tasa de interés de los fondos federales aumentara en un cuarto de punto porcentual, lo verdaderamente importante fueron las proyecciones que hicieron los miembros del comité de mercado abierto respecto al futuro de las tasas de interés y de la economía, mismas que muestran un tono más optimista al que se tenía al cierre del año pasado.
Estimaron que la economía estadounidense crecerá 2.7 por ciento este año, dos décimas más de lo que esperaban en diciembre, y 2.4 por ciento en 2019, tres décimas más, mientras que la tasa de desempleo bajará desde 3.9 por ciento estimado a 3.8 por ciento y 3.6 por ciento, respectivamente. Respecto a la inflación, creen que seguirá subiendo hasta alcanzar 1.9 por ciento al cierre de este año y a 2.0 por ciento en 2019, tal como lo esperaban a fines de 2017.
Sobre las tasas de interés, la encuesta a los miembros del Comité indica que es posible que a lo largo de este año se lleven a cabo dos alzas más, tres en 2019 y dos en 2020, mismas que llevarían a la tasa de los fondos federales a 3.40 por ciento al cierre de dicho año, tres décimas más de lo que se esperaba en diciembre del año pasado. Este resultado fue producto de agregar un incremento más en 2019.
De acuerdo con estas estimaciones se puede concluir que implícitamente el FED cree que ajustando un poco más la política monetaria alcanzará al final el objetivo de 2.0 por ciento de la inflación. Cabe mencionar que al cierre del año pasado pensaba que la tasa de interés de política tendría que alcanzar el 3.10 por ciento en 2020, mientras que ahora cree que lo debería hacer en 3.40 por ciento.
No obstante, dichas estimaciones dejan la impresión de que el FED se está viendo muy optimista sobre el comportamiento de la inflación. La combinación de más crecimiento económico y menor tasa de desempleo, en circunstancias en que la economía se encuentra alrededor del «pleno empleo» hacen temer un rebote inflacionario en cualquier momento, y, más aún, teniendo en cuenta los estímulos fiscales instrumentados por el presidente Donald Trump.
Al respecto, el promedio de las expectativas obtenida por Bloomberg cree que la inflación alcanzará el 2.6 por ciento a mediados del presente año, lo que obviamente podría obligar al FED a redoblar sus esfuerzos para tratar de contener la inflación.
Mientras tanto, ¿qué podría pasar en México?
Hoy en día la diferencia entre las tasas de interés de política entre México y Estados Unidos se ubica entre 5.75 y 6 puntos porcentuales. Si bien no es de las más altas que se haya observado hasta el momento, la perspectiva es que vaya disminuyendo poco a poco en función de lo que vaya sucediendo con la política monetaria y la inflación en México. El promedio de los economistas mexicanos considera que la tasa de interés de política cerrará este año en 7.50 por ciento, por lo que el diferencial podría bajar hasta 5.5 y 5.25 puntos porcentuales. Para 2019 estima que la tasa de política podría bajar a 6.50 por ciento, de modo que dicho diferencial llegaría a ubicarse entre 3.50 y 3.75 puntos porcentuales, que estaría muy cerca de la mínima diferencia de los últimos 10 años.
Si este fuera el caso, lo anterior estaría mostrando que la tasa mexicana podría tener un límite a la baja en 6.50 por ciento en 2019, suponiendo que la inflación se comporta relativamente bien.
Sin embargo, los riesgos asociados a este escenario apuntan en el sentido contrario. Es más alta la probabilidad de que la inflación en Estados Unidos sea superior a la esperada que la probabilidad de que sea menor. Lo mismo sucede en México. El promedio de las expectativas cree que este año la inflación va cerrar ligeramente arriba del 4.0 por ciento, y el próximo año lo haría en 3.5 por ciento.
Ambos apuntan en el sentido de que el diferencial entre las tasas de interés de Estados Unidos y México podría mantenerse elevado por un tiempo más prolongado a consecuencia de incrementos más acompasados de las tasas de interés en estos dos países.
Fuente: Reforma