Es un restaurante, pero no tiene mesas ni letreros ni gente… bueno, ni siquiera tiene un lugar. Se pudiera decir que no existe.
Es un fantasma.
Las llaman “Dark Kitchen” y durante la pandemia han aparecido por todos lados.
Y es que durante la crisis sanitaria, la industria restaurantera del país fue definitivamente uno de los sectores más afectados.
Los datos son de espanto.
De acuerdo con el Censo Económico del Inegi, en 2019 en el país existían alrededor de 612 mil establecimientos que formaban parte de la industria restaurantera.
Estos negocios daban empleo a 2.1 millones de personas en el país. Sin embargo, luego del confinamiento, más de 90 mil restaurantes en México tuvieron que cerrar.
Para mitigar los daños ocasionados a su economía, el sector de la comida tuvo que reinventarse y apostar a las cocinas virtuales.
Las ventajas son muchas, pero la más importante es que son menos costosas. Además, como se producen alimentos solo para la entrega a domicilio sin áreas de comedor, la operación es también más segura en medio de la crisis sanitaria.
Aunque en México es un concepto relativamente poco explorado, un reporte de Euromonitor detalla que en China ya existen más de 7 mil 500 dark kitchens, en India hay más de 3 mil 500 y en Estados Unidos ya están comenzando a ganar relevancia con alrededor de mil 500 de estas cocinas.
Y no solo los restaurantes ganan con este modelo, pues las aplicaciones de entrega de comida a domicilio también se ven beneficiadas.
Pero lo más importante es que con este nuevo formato miles de familias mexicanas han logrado sobrevivir durante la pandemia y ahora pueden ver una luz al final del túnel.