Hace apenas unos días, el magnate tecnológico aseguró que se alejaría de Twitter “por un tiempo”, pero solo pudo contenerse 48 horas y reapareció en la red del pajarito.
Musk usó solo una pequeña palabra: Doge.
…Y eso fue suficiente para armar un nuevo revuelo en la bolsa de valores.
Su tuit, que en menos de dos horas tenía ya más de 50 mil compartidos, logró que la valoración de Dogecoin, la criptomoneda que comenzó como una broma, se disparara 270 por ciento.
La historia de Dogecoin comenzó en 2013, como una parodia de la “fiebre” cripto.
La criptomoneda fue inspirada en Doge el perro-meme, que la revista Wired había nombrado como el meme del año en 2013.
Sí, ese perrito de raza Shiba Inu cuya imagen con textos de un monólogo interno se volvió viral.
La idea de esta cripto fue de Billy Markus, un programador que trabajó como ingeniero en IBM, y Jackson Palmer, un australiano que estaba al frente del departamento de marketing de Adobe Systems.
En aquella ocasión Jackson tuiteó: «Invirtiendo en Dogecoin, estoy bastante seguro que es la próxima gran cosa». Pero la broma comenzó a escalar de tal forma que compró el dominio, Dogecoin.com.
Tras esa decisión, Billy, que aspiraba a lanzar un nuevo criptoactivo pensó que sería buena idea hacer esta moneda.
Y lo fue.
Al principio, emitieron alrededor de 5 mil millones de monedas por año, un ritmo de emisión muy diferente al de criptomonedas deflacionarias como bitcoin y litecoin. Pero Dogecoin comenzó a hacerse popular entre los internautas que lo encontraron útil para pagar propinas a través de internet.
La oferta monetaria de Dogecoin había mantenido el precio de la unidad por debajo de un centavo de dólar, lo cual es adecuado para su propósito. Hasta que llegó Musk y su tuit.
Ya el 29 de enero, el valor de esta cripto había mostrado un alza del 800% a cerca de 0,082 dólares por moneda, al parecer provocado por la atención de los grupos de Reddit como Wall Street Bets, junto con un post de TikTok sobre el “ejército dogecoin” de la celebridad Carole Baskin de “Tiger King” de Netflix.
También el mes pasado, Angela White también hizo que Doge duplicara su valor tras declarar que había comprado esta criptodivisa.
Y es que, parece que nadie puede resistirse a Doge… ni el hombre más rico de todo el mundo.