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Desde el principio

Staff e-Vector
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La Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles ofrece una guía sencilla para la apertura de cuentas de inversión. Para comenzar a jugar en Bolsa es recomendable hacerlo poco a poco, sin urgencias y con el objetivo de aprender a través de pequeñas inversiones

La inversión bursátil es un terreno complicado que requiere de numerosos ingredientes para aspirar a tener éxito, en el que puede participar cualquier pequeño ahorrador.

La apertura de una cuenta de inversión en el mercado de capitales tiene sus pasos y a continuación se enumeran los más importantes que debe considerar un inversionista quiere entrar en este terreno.

Lo primero es que el cliente acuda a una entidad financiera que puede ser una casa de bolsa o una operadora de fondos de inversión. Al hacer contacto con cualquiera de estas instancias, el cliente recibe una Guía de Servicios de Inversión donde se le da a conocer los productos, servicios, comisiones y riesgos.

Un segundo paso consiste en llenar un cuestionario de donde se tomarán los elementos para elaborar su perfil como inversionista, el cual es integrado por el asesor. En el perfil se identifica su nivel de conocimiento en el mercado y experiencia; la situación y capacidad financiera y los objetivos de inversión.

Otro paso importante es que el cliente debe firmar un contrato de intermediación, que da formalidad al proceso.

El cliente deberá elegir el servicio de inversión de acuerdo a su perfil, que se califican de dos maneras; uno es el asesorado y el otro no asesorados.

Para entender el significado de un servicio asesorado hay que tener en cuenta las características con las que cuenta: es una asesoría en cuenta no discrecional, en donde el cliente decide y da la orden al asesor indicando en qué productos financieros (valores, instrumentos financieros derivados, acciones, certificados bursátiles, bonos, etc.) invertir su dinero.

Para tomar la decisión de dónde invertir, el cliente recibe recomendaciones o consejos personalizados sobre esos productos financieros. En este tipo de servicio asesorado se puede abrir una cuenta discrecional donde el cliente deja al asesor y a la institución financiera la toma de decisiones sobre sus inversiones.

En cambio cuando se decide por el servicio no asesorado los tipos de cuenta son las llamadas no discrecionales, donde el cliente recibe recomendaciones generales sobre valores establecidas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la entidad financiera ejecutará las operaciones, de acuerdo a las instrucciones del cliente.

Para tomar la mejor decisión no hay que perder de vista que entrar a la Bolsa es adentrarse a un mundo donde todos los días se juntan los ricos y experimentados con los inversionistas más pequeños y novatos.

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