El puntero republicano a las elecciones presidenciales del próximo año en Estados Unidos enfrenta varios juicios en su contra y uno de ellos busca determinar cuánto ha mentido el magnate acerca del valor de sus activos.
Donald Trump enfrenta tantos juicios que es fácil perderse entre las acusaciones. Los casos más graves, aquellos que giran en torno a delitos penales, tienen que ver con el resultado electoral de 2020 y el asalto al Capitolio que promovió entre sus simpatizantes.
Sin embargo, la causa legal que más reflectores se ha robado hasta el momento es un juicio civil en contra de la Organización Trump. A pesar de que no corre riesgo de pisar la cárcel por este caso, perder significaría un gran golpe a su credibilidad empresarial, un factor que el magnate ha explotado durante años y con el que consiguió llegar a la Casa Blanca en 2016.
La demanda fue presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien acusa a Donald Trump y a su organización de inflar el valor de sus activos en 2 mil 230 millones de dólares para llegar a los 3 mil 600 millones en las declaraciones anuales que presentaba a los bancos. Con esto, se pudo ahorrar alrededor de 168 millones de dólares en intereses de préstamos al obtener condiciones más favorables.
Las autoridades exigen una compensación por daños y perjuicios de 250 millones de dólares y busca prohibirle a Trump hacer negocios en Nueva York. Aunque el expresidente está vinculado con más de 500 entidades corporativas, el juicio tiene en la mira sus activos más preciados. Si la sentencia no le es favorable incluso podría perder la famosa Trump Tower que tiene en Manhattan.
La defensa de los Trump
El principal argumento que han usado los abogados de Donald Trump en el caso consiste en una cláusula de exención de responsabilidades. El magnate, al momento de cerrar sus negocios, advertía en sus contratos que a lo mejor sus declaraciones no eran 100 por ciento verdaderas y que depende de la contraparte realizar la investigación correspondiente o due dilligence.
En los ojos de la Fiscalía, esta excusa no justifica nada. Señala que así no es cómo funciona la ley contractual y acusan a Trump de usar este mecanismo para mentir a sabiendas del fraude que estaba cometiendo.
Como no se trata de un juicio penal, los acusados no pueden resguardarse en la famosa quinta enmienda que le da derecho a los imputados a no declarar. De tal modo, si se niegan a subir al banquillo de los acusados el juez debe suponer lo peor de ellos. Es por eso que, a diferencia de los otros juicios en contra de Trump, en este sí ha declarado tanto él como sus tres hijos mayores: Donald Trump Jr., Eric Trump e Ivanka Trump, todos involucrados y beneficiados con los negocios de su padre.
Hasta el momento, el testimonio de los cuatro ha sido el mismo. Se han lavado las manos de las valoraciones de los activos, han culpado a las firmas de consultoría que habían contratado y han minimizado su rol en la empresa. Sólo el tiempo dirá si esto es suficiente para lavar su nombre, aunque el resultado del juicio parece que no tendrá ningún impacto en la carrera presidencial de Trump quien tiene más de 40 puntos de ventaja con el resto de aspirantes republicanos.