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Claves de una cartera permanente

Staff e-Vector
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Conoce a detalle la fórmula simple que ideó Harry Browne, uno de los analistas de mercado más prominentes de Estados Unidos, para una inversión en un mundo incierto.

El secreto de una cartera permanente es su composición, en partes iguales del 25 por ciento en cuatro áreas: oro, acciones, bonos y dinero.

De esa forma cuando una de las 4 partes va mal, la otra la saca a flote y obtendrá el equilibrio en cuanto a rentabilidad y riesgo.

Con este tipo de estrategia siempre hay uno o dos activos que están empujando hacia arriba; además la volatilidad en su conjunto es muy pequeña.

Para algunos especialistas tal vez no sea el sistema que más da a ganar en el mundo, pero es uno de los mejores en rentabilidad-riesgo. Entre los beneficios se encuentran tranquilidad y rentabilidad a largo plazo; sin casi costos que asumir.

Para darle más seguridad a su técnica en todas las fases y situaciones económicas, Browne creó el Permanent Portafolio Fund (PRPFX) en 1982, donde agregó algunas divisiones atendiendo a los mismos criterios.

Aunque Browne ya se murió, este fondo cuenta con algunos seguidores conservadores y se compone de un 25 por ciento en metales precioso, 10 por ciento francos suizos, 15 por ciento de acciones, 15 por ciento de acciones globales, 35 por ciento de bonos gubernamentales.

Para desarrollar su técnica, Browne analizó la evolución de diferentes activos financieros que se comportaban de manera distinta en función del estado de la economía.

De esa forma, según se presenten las diferentes fases de la economía, la propuesta de Harry Browne consiste en que invertir en acciones es recomendable en tiempos de prosperidad; el oro funcionará mejor cuando sube la inflación;  los bonos lo harán cuando exista deflación, y el dinero dará protección en etapas recesivas.

Estas son las claves de una cartera permanente:

1.     La inversión se reparten equitativamente entre los 4 activos, es decir al 25 por ciento cada uno.

2.     La cartera se mantiene a largo plazo, con pocos cambios, para minimizar las comisiones

3.     Las modificaciones que se hacen son para ajustar el peso de cada activo al porcentaje del 25 por ciento, porque debido a las variaciones en los precios, los porcentajes van cambiando.

4.     Browne recomienda revisar la cartera una vez al año, y hacer ajustes si alguno de los activos supera el 35 por ciento en la composición o si es inferior al 15 por ciento; en donde se vende el primero y se compra el segundo hasta llegar al número mágico del 25 por ciento.

Según esa fórmula, si se sigue al pie de la letra se conseguirán los 4 requisitos de una buena inversión: certidumbre, rentabilidad, estabilidad y sencillez.

 

Fuente: Estratega financiero, Selfbank, Inversor Inteligente

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