Si eres de las personas que no ahorran lo que les sobra de la quincena, tal vez estés lejos de alcanzar tu meta financiera. Por eso necesitas pensar en otra estrategia que te ayude a hacer este proceso automáticamente. Si no sabes cómo, aquí te lo compartimos.
Esta idea tiene un soporte sólido. El Premio Nobel de Economía, Richard Thaler, encontró durante sus 40 años de investigación que las personas actúan de una forma irracional, y que por eso a veces es necesario darles un empujón. En este caso bien puede ser la automatización del proceso de ahorro.
Una de las aportaciones de Thaler a la humanidad es su concepto de arquitectura de las decisiones, que permite mejorar las decisiones que toman las personas, incluso sobre el dinero. Una de las herramientas que desarrolló fue el sistema SMART (Save More Tomorrow), que da precisamente ese pequeño empujón para no dejar la salud financiera a la suerte.
Aunque el Nobel de Economía aplicó su sistema a los trabajadores estadounidenses, bien puede funcionar en México con una adaptación sencilla.
Te lo explicamos: automatizar el ahorro quiere decir que en un determinado tiempo (el que tú decidas), la institución financiera de tu elección descuenta la suma que autorices de tu cuenta bancaria, de sueldo o tarjeta de crédito. El dinero se guarda solito, sin que lo veas pasar por las manos. Sí, así como funciona el servicio de referenciar los pagos de servicios de agua, teléfono, internet, sistema de cable, seguro de auto o de vida, etc.
La cantidad que decidas separar para el ahorro es una decisión personal, aunque los especialistas recomiendan que sea entre el 10 y 15 por ciento del salario.
Esto sin duda representa un esfuerzo y adaptación, pero para que no sea un sacrificio, busca alternativas que sustituyan ese gasto. Por ejemplo, si automatizar el ahorro representa que ya no tendrás dinero para pagar la mensualidad del gimnasio, eso no quiere decir que te quedarás sin hacer ejercicio, puedes aprovechar la plaza que está cerca, el parque, o un lugar al aire libre cerca de la casa. Así, convivirás con los vecinos y hasta podrías hacer nuevas amistades.
Como ese ejemplo hay muchos más, sólo necesitas abrir un poco más la mente para lograrlo.
Con el tiempo ni siquiera extrañarás ese dinero, pero sabrás que está ahí, listo para cuando hayas reunido lo suficiente para ponerlo a trabajar en una inversión que lo haga crecer.
¡Haz tuyo este reto para que compruebes si funciona en tu futuro financiero!
Fuentes: El País, El Universal, Consar
