Una inflación histórica, el miedo a una recesión y, en consecuencia, el mayor incremento de la Reserva Federal a la tasa de interés desde 1994. Estos son los principales factores que tienen de cabeza al sector inmobiliario de Estados Unidos.
Mientras que la venta de hogares cayó en mayo a su nivel más bajo en los últimos dos años, los precios se encuentran más altos que nunca al superar por primera vez en la historia los 400,000 dólares en promedio.
“El mercado está lejos de ser débil. Es probable que el impacto total del ajuste monetario tarde algún tiempo en manifestarse”, dijo Conrad DeQuadros, asesor económico principal de Brean Capital en Nueva York citado por la Agencia EFE.
Uno de los principales motivos de este fenómeno es que, históricamente, el mercado inmobiliario es el sector más sensible a las tasas de interés. Con la caída de la demanda es probable que la oferta mensual siga mejorando. El Gobierno estadounidense señaló que las viviendas que se terminaron de construir en mayo fue la cifra más alta desde 2007 y que el número de hogares pendientes por construir está cerca del máximo histórico.
Sin embargo, al ritmo actual, se necesitarían 2.6 meses para terminar con la oferta disponible actual de viviendas en contra de los 2.5 meses que se necesitaban hace un año. Como punto de referencia, un nivel saludable de oferta es entre 6 y 7 meses. En ese sentido, el 88 por ciento de las viviendas vendidas en mayo estuvieron en el mercado menos de un mes.
En otras palabras, las ventas siguen cayendo, pero el mercado tiene buenas cifras. Según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, ya van cuatro meses consecutivos en los que se registran caídas en las ventas y disminuye la asequibilidad. No obstante, las propiedades permanecieron en el mercado durante un récord de 16 días en mayo.
La otra consecuencia de todo esto es que, entre menos personas tienen dinero para comprar una casa, las rentas están yendo en aumento. Esta tendencia está atrayendo a más inversionistas de Wall Street lo que a su vez aleja todavía más a los compradores primerizos.