‘Vestido y alborotado’, así se quedó el cofundador de Ant Group, Jack Ma, luego que el mercado de valores chino suspendiera el martes de manera abrupta la oferta pública inicial (OPI) de la compañía, tanto en Shanghai como en Hong Kong, a días de que se convirtiera en la mayor venta de acciones de la historia.
A través de un comunicado, la Bolsa de Valores de Shanghai detalló que la suspensión se debía a “problemas que podrían causar el incumplimiento de las condiciones de cotización o los requisitos de divulgación”.
Con ello, Beijing le mostró al titán tecnológico y al resto de los magnates multimillonarios del país quién está realmente a cargo, con todo y que la doble cotización hubiera significado una recaudación de 37 mil millones de dólares.
Y es que hace casi dos semanas, Ma criticó públicamente a los reguladores chinos por sofocar la innovación al ser demasiado reacios al riesgo, lo que al parecer causó que finalmente se diera marcha atrás a los planes de cotizar a partir del jueves.
“Lo que necesitamos es construir un sistema financiero saludable, no riesgos financieros sistemáticos”, expresó el cofundador de Ant Group en una conferencia en Shanghai. “Innovar sin riesgos es matar la innovación. No hay innovación sin riesgos en el mundo”.
La bolsa de Shanghai está “cumpliendo con su responsabilidad de autorregulación”, expresó el miércoles Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, a los periodistas. “Es una decisión tomada para salvaguardar mejor la estabilidad del mercado de capitales y proteger los derechos e intereses de los inversores”.
Todavía no está claro si la OPI habrá de reanudarse o cuándo será el momento. Ant Group aseveró en un comunicado que se quedaría en “comunicaciones cercanas” con los reguladores y la bolsa de Shanghai.
Pero la intervención sin precedentes sirve como un llamado de advertencia para los empresarios chinos con grandes ambiciones, incluso miembros del Partido Comunista como Ma. También significa que inclusive si Ant satisface los nuevos requisitos reglamentarios, su negocio masivo sólo avanzará bajo la atenta mirada de los estrictos reguladores de China.
Ant, una filial del gigante del comercio electrónico Alibaba (que Ma cofundó y cuyas acciones cayeron 8% el martes de la semana antepasada en Nueva York), se ha insertado en todos los aspectos de la vida financiera para cientos de millones de chinos. Ofrece una variedad de productos, como pagos digitales a través de su popular aplicación Alipay, crédito instantáneo y pequeños préstamos, productos de gestión de patrimonio y productos de seguros.
Fuente: VectorAnálisis
Redacción: Staff e-Vector