Aeroméxico está en la intersección de dos clases de activos que han sido afectados desproporcionadamente por la crisis del Covid-19: la industria de las aerolíneas y las compañías de mercados emergentes.
En junio, el tráfico interanual de pasajeros disminuyó 86.1%, una contracción superior a la media de sus competidores de bajo costo del mercado mexicano.
La tormenta perfecta de la mayor aerolínea del país incluye elementos como el colapso total de los vuelos internacionales, una depreciación de aproximadamente 19% del peso frente al dólar en lo que va del año y la desaparición de la demanda agregada de la economía de México, patente en el pronóstico del Fondo Monetario Internacional, que espera una contracción de 10% del PIB nacional para 2020.
El entorno macroeconómico y la raquítica condición de la industria de las aerolíneas orilló a Aeroméxico a buscar una reestructuración voluntaria de sus pasivos bajo la protección del Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota de Estados Unidos. Recientemente, la empresa anunció que continúa en conversaciones con acreedores potenciales y que mantiene la búsqueda de nuevos mecanismos de financiamiento para solventar sus operaciones.
A diferencia del sector de las aerolíneas en Estados Unidos, Aeroméxico no cuenta con un programa de protección del empleo para sus trabajadores mexicanos; tampoco cuenta con el respaldo implícito de un banco central decidido a comprar bonos corporativos de manera directa.
El balance de riesgos para la compañía permanece sesgado a la baja: la tasa de aumento diario de contagios de SARS CoV-2 en México es el doble del promedio global. Es altamente probable que la demanda de vuelos permanezca deprimida si la curva de contagio de Covid-19 sigue creciendo a este ritmo.
El diario The Wall Street Journal describe las expectativas en relación a la industria de aerolíneas de esta manera: “La pandemia ha generado un boquete para la demanda de vuelos que es más profundo y persistente que lo que la mayoría anticipaba”.
Fuente: VectorAnálisis
Redacción: Staff e-Vector