En 2017, Elon Musk publicó este tuit.
La respuesta del presentador de radio, Dave Smith, sería una profecía inconsciente.
Casi 5 años después de eso, Musk es dueño de su red social favorita, la que logró comprar por unos 44 mil millones de dólares.
El consejo de administración de Twitter finalmente cedió, luego de haber declarado que pondrían montones de trabas para que el magnate no pudiera comprar la plataforma.
Pero tras un proceso «reflexivo y exhaustivo», según ha descrito Bret Taylor, presidente del directorio de la empresa, finalmente acabaron aceptando la propuesta que el fundador de Tesla -que ya era accionista mayoritario- les presentó.
Y es que parece que al hombre más rico del planeta nadie le dice no.
Ahora, tras la compra, Twitter queda fuera de la Bolsa.
Y como ya es costumbre con Musk, toda esta noticia no estuvo exenta de polémica, pues los usuarios han usado justo esta red social para levantar la teoría de Jeff Bezos, fundador de Amazon, quien sembró la idea de que quizá no haya sido un único empresario quien compró Twitter.
En un hilo, Bezos le responde con un dardo envenenado a un reportero de The New York Times sobre si el gobierno de China se habría beneficiado de esta compra.
«La respuesta más probable a este respecto es la complejidad en China para Tesla, en lugar de la censura en Twitter», publica el dueño de Blue Origin y resalta con jiribilla la habilidad «extremadamente buena» de Musk para llevar una complejidad así.
Musk ha señalado constantemente que cree que Twitter no ha aprovechado al máximo todo su potencial, incluso acusó a los dueños de bloquear la libertad de expresión.
Y por supuesto, también dijo que odia a los bots.
Uno de sus primeros tuits en SU nueva red social ha sido el que alude que “a través de las dificultades, hasta las estrellas”.
«Per aspera ad astra!»
Porque para este magnate, evidentemente, el límite no está en la tierra.